Rato recibió 7,5 millones de euros de paraísos fiscales entre 2011 y 2013

El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato y sus sociedades recibieron entre los años 2011 y 2013 la cantidad de 7.461.474 euros provenientes del extranjero que no fueron declarados a Hacienda. Así lo asegura un informe de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) incorporado a la investigación del caso Rato, cuyo secreto de sumario ha sido levantado parcialmente.

La Agencia Tributaria sostiene que estos ingresos debieron tributarse en unos casos como incremento de las rentas personales de Rodrigo Rato -vía IRPF- y, en otros, como Impuesto de Sociedades.

Los fondos que recibieron las sociedades que maneja Rato salieron de Gibraltar en el año 2011 y de Reino Unido y Luxemburgo en los ejercicios 2012 y 2013. Suman un total de 4.684.152 euros.

El primer ejercicio la cantidad asciende a 1.782.596 euros, mientras que en 2012 fueron 1.400.000 euros y en 2013, 1.501.556 euros. Hacienda calcula que las empresas de Rato habrían defraudado en este capítulo algo más de un millón de euros, en concreto 1.039.741,5 euros, el 25 por ciento que habría supuesto la cotización del Impuesto de Sociedades.

Por otro lado, los inspectores de la ONIF sostienen que «cuentas corrientes de las que (Rodrigo Rato) tiene el efectivo poder de disposición» recibieron en 2012 y 2013 un total de 2.777.322 euros. En este caso los fondos provenían de seis países que cuentan con territorios de baja fiscalidad: Suiza, Irlanda, Estados Unidos, Dominica, Luxemburgo y Reino Unido. Hacienda entiende que estas cantidades sirvieron para incrementar los ingresos personales de Rodrigo Rato, que no las habría declarado en su IRPF. Así, la cuota presuntamente defraudada ascendería a 1.429.313 euros.

Una vez sumadas las cuotas defraudadas como persona física y comoempresa, Hacienda conluye que Rodrigo Rato «obtuvo un ahorro ilícito» de más de 2,4 millones de euros.

La Agencia Tributaria denunció estos hechos ante la Fiscalía Provincial de Madrid el pasado mes de abril, lo que propició la detención de Rodrigo Rato y el registro de su domicilio. La ONIF considera que el vicepresidente del Gobierno «tiene por sí mismo o través de sociedades un elevado tráfico financiero con países que son de riesgo por tener la consideración actual de paraísos fiscales, por haberlo sido anteriormente o por tener severas restricciones en el acceso a la información bancaria». Es más, los inspectores del cuerpo de elite de Hacienda consideran que estas evidencias «chocan frontalmente con una actividad empresarial y profesional real básicamente nacional y escasamente internacional».

La ONIF ha rastreado movimientos de divisas en las cuentas personales de Rato y de las empresas que controla junto a su familia entre los años 2009 y 2014. El total de estas operaciones supera los doce millones de euros.

«Facturas de conveniencia»

El informe entregado a la Fiscalía hace hincapié en que Rodrigo Rato usaba sus empresas para cruzar «facturas de conveniencia» entre ellas «al objeto de minorar la tributación en el Impuesto de Sociedades». La Agencia Tributaria también denuncia que Rato se provocó a sí mismo una «fuerte despatrimonialización que puede afectar a su solvencia de cara a afrontar el pago de futuras responsabilidades pecuniarias», por su imputación en el caso Bankia.

Rodrigo Rato asegura que no tiene ninguna sociedad «ni en un paraíso fiscal y, ni siquiera, fuera de la Unión Europea» y atribuye las acusaciones de fraude por parte de Hacienda a «diferencias de criterio» a la hora de tributar ingresos», como las asesorías que cobraba a empresas a través de sus sociedades.