El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy - isabel permuy

Rajoy cede a la presión de la oposición ante el Pleno clave de hoy

El presidente impulsará en el Congreso las grandes medidas anticorrupción

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Las apuestas entre los diputados de la oposición en torno a la dimisión de Ana Mato se dispararon ayer a mediodía en las dependencias del Congreso -a esa hora semivacío- nada más conocerse el auto del juez Pablo Ruz que la señalaba como beneficiaria de los negocios de su exmarido, Jesús Sepúlveda, relacionados con la trama Gürtel. La ministra de Sanidad ya se había ido, resistiendo sin abrir la boca el pasillo de las cámaras, como hace años resiste las menciones al confeti de sus fiestas y al jaguar de su garaje, protegida, sin que casi nada pasara. Pero la celebración hoy del Pleno clave en el que Mariano Rajoy impulsará las principales medidas anticorrupción de la legislatura hizo cundir la convicción de que el presidente del Gobierno impediría a toda costa en un contexto así que la bancada azul donde se sienta su gabinete pareciera este miércoles «el banquillo de los acusados».

El juego de palabras fue de La Izquierda Plural, igual que, en nombre del PSOE, su portavoz Antonio Hernando improvisó una rueda de prensa exprés poco menos que para retar en voz alta a Rajoy a que se atreviera hoy a compartir sillón de Gobierno en el hemiciclo con Mato como ministra o «a prescindir de ella para tener un poquito de credibilidad cuando venga a hablar de corrupción». «Él sabrá lo que hace», aventuró el socialista, casi saboreando la que hubiera sido la inevitable foto de Rajoy y Mato juntos. La presión se multiplicaba con continuas referencias en las reacciones de los diferentes grupos parlamentarios a la «desastrosa» gestión que hizo del caso de Ébola y a la vinculación del PP con la trama Gürtel.

Para entonces, pasadas las dos de la tarde, varios eran los portavoces que se preparaban con sus asesores de cabecera para pasar una larga tarde puliendo dos discursos: uno, por si hoy tocaba subir a la tribuna a replicar el mensaje de regeneración y transparencia del presidente con la titular de Sanidad escuchándole en su sitio habitual; y otro, por si Mato abandonaba. Aunque fuera a las ocho y media de la mañana.

Confirmada la dimisión, hoy leerán en el hemiciclo el segundo. Alocuciones de las que eran anoche prólogo las primeras valoraciones del comunicado del Ministerio de Sanidad que hicieron fuerzas como el PSOE o La Izquierda Plural. Ambas con un nítido denominador común: el blanco a batir ahora es el presidente del Gobierno. Hernando se preguntó que, si la ministra había caído por beneficiarse «personalmente de la red Gürtel», quién iba a seguir el mismo camino en el PP, «en el que Rajoy lleva veinte años al frente», por el lucro que ha repercutido en el propio partido.

Ana Mato, para el PSOE, ya es pasado. Tanto que su portavoz no dio relevancia a si debería seguir o no en su escaño de diputada. «No creo que tenga interés en seguir en el Congreso», comentó con indiferencia.

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