Pedro Sánchez y Antonio Hernando, en el Congreso
Pedro Sánchez y Antonio Hernando, en el Congreso - Jaime García

Las preguntas sobre la reforma de la Constitución que Sánchez no responde a Rajoy

El líder socialista sigue sin concretar aspectos sobre la organización territorial pese a las preguntas del presidente del Gobierno

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha cansado de que Pedro Sánchez siga sin concretar cuál es su reforma de la Constitución. El líder del PSOE repite una y otra vez que la respuesta del Estado al desafío catalán debería ser política, y esta solo es posible con una reforma de la Constitución. El punto medio entre el órdago de Mas y el «inmovilismo» del Ejecutivo, dice Sánchez. Pero nadie sabe en qué consiste su propuesta.

Rajoy, que desconfía del socialista desde que este verano rompiera el pacto europeo y se opusiera al nombramiento de Jean Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea, desarmó a Sánchez en la sesión de control celebrada el miércoles en el Congreso.

Como ya hiciera en otro pleno la vicepresidenta con el portavoz socialista Antonio Hernando, Rajoy desarmó a Sánchez con varias preguntas. Todas ellas, hasta la fecha, sin respuesta.

«¿En qué se diferencia ese Estado federal del actual autonómico?»

Según el PSOE, el sistema de las autonomías «necesita una actualización que incorpore una perspectiva federal» de modo que las competencias queden bien delimitadas, asegure la financiación de las regiones, reforme el Senado y reconozca las «singularidades» de algunas comunidades. La fórmula de Sánchez «para acabar con la confusión actual» pasa por un federalismo que no sabe diferenciar del Estado autonómico.

«¿Será un federalismo clásico o asimétrico?»

El PSOE propone, en la declaración de Granada de 2013, el documento de referencia de su propuesta, que la Constitución reconozca las singularidades políticas, institucionales, territoriales y lingüísticas de las distintas regiones de España. Llegar a ese federalismo asimétrico, que reconocería a Cataluña como una nación y copiar el cupo vasco, es incompatible con el Preámbulo de la Constitución y artículos del Título I. Esta reforma de la Carta Magna requiere que dos tercios del Congreso lo aprueben, un referéndum, la disolución de las Cortes para la convocatoria de elecciones y un nuevo refrendo de dos tercios de la Cámara Baja. Un consenso que no existe. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, no quiere ni oír hablar de la «nación» catalana.

«¿Qué modelo de financiación habría?»

La declaración de Granada del PSOE dice: «Necesitamos reformar la Constitución para establecer un nuevo sistema de financiación autonómica justo y equitativo que dé certeza, estabilidad y equilibrio al sistema de reparto de los recursos públicos, hoy permanente cuestionado y sometido a continuas revisiones». Rajoy se sigue preguntando qué significa. Pedro Sánchez no lo aclara.

«¿Se blindarán las competencias de todas las comunidades?»

La « declaración de Zaragoza», firmada por los barones socialistas esta misma semana, no tiene más recorrido que «volver a recordar al señor Rajoy que hay una propuesta de reforma de la Constitucion» para convertir España en un Estado federal. La única novedad respecto a la declaración de Granada es que el grupo socialista va a tomar la iniciativa y registrará la petición de la subcomisión, que desarrollaría sus trabajos en la Comisión Constitucional del Congreso. El PSOE habla de cuestiones sociales y relativas a asuntos como el aforamiento. Nada sobre el modelo territorial, más allá de que hace falta «federalizar» el Estado. Susana Díaz se opone a cualquier tipo de privilegio para Cataluña.

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