Inmigrantes encaramados en la valla de Melilla
Inmigrantes encaramados en la valla de Melilla - Efe
Inmigración

Las entradas ilegales a Ceuta y Melilla crecen un 74 por ciento este año

Uno de los principales factores de este aumento está en la irrupción de los ciudadanos sirios: en 2013 no llegó ninguno y este año son ya 2.300

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Las entradas ilegales de inmigrantes en Ceuta y Melilla crecieron un 73 por ciento en los diez primeros meses de este año respecto al mismo periodo de 2013, según datos de las Fuerzas de Seguridad del Estado. La situación es especialmente delicada en la segunda de las ciudades autónomas, donde ese indicador creció hasta el 123 por ciento y, lo que es aún más preocupante, no hay un solo dato que indique que en los próximos meses el fenómeno se vaya a detener.

El comportamiento ha sido muy dispar en las dos ciudades autónomas, ya que en Ceuta las entradas ilegales prácticamente se mantuvieron (dos personas menos) respecto al año pasado. No obstante, las últimas informaciones sobre la situación en esta ciudad son inquietantes, pues según fuentes marroquíes más de 2.000 inmigrantes subsaharianos se encuentran en el entorno de la frontera para intentar entrar ilegalmente cruzando el paso fronterizo.

La cifra ha aumentado los últimos meses de forma importante, por lo que la presión que se vive al otro lado de la valla puede estallar en cualquier momento, según los analistas.

Hasta el pasado 22 de octubre 1.337 inmigrantes habían logrado entrar de forma irregular en Ceuta. De ellos, 762 eran subsaharianos, 320 argelinos, 204 asiáticos y 51 de otras nacionalidades. Hasta el mismo día del año anterior se habían registrado cifras similares, pues entonces entraron 1.339 personas, de ellas 910 subsaharianas, 365 argelinas y 64 de otras nacionalidades.

En Melilla, por el contrario, la situación ha empeorado de forma acusada. Hasta el 22 de octubre habían entrado a la ciudad de forma irregular 4.596 inmigrantes, de los que 2.339 eran de origen subsahariano, 2.149 asiáticos, 99 argelinos y nueve de otras nacionalidades. Durante el mismo periodo de 2013, los datos eran que habían entrado 2.066 inmigrantes, de los que 1.555 eran subsaharianos, 423 argelinos y 88 de otras nacionalidades.

Particularmente interesante es el fenómeno de la inmigración siria, inexistente en 2013 y que en 2014 ha llegado hasta las 2.300 entradas de personas de esta nacionalidad, lo que para los expertos es una de las claves del aumento de la inmigración clandestina este año. Una vez más es Melilla la que se lleva la peor parte, pues a esa ciudad accedieron más de 2.100 sirios (en torno al 74 por ciento), mientras que en Ceuta apenas llegaron a los 200.

El fenómeno comenzó a detectarse ya a primeros de año. En su mayoría se trata de familias que huyen de la guerra y que entraron en las ciudades autónomas de una manera menos llamativa que los subsaharianos, pues cruzaron los puestos fronterizos con documentación falsa. Su parecido físico con los marroquíes dificulta su detección y control, pues son alrededor de 30.000 las personas que pasan de un país a otro solo en Melilla. Se desplazan a pie o en vehículos y se ha detectado a niños haciéndose pasar por hijos de melillenses de origen bereber.

Principal problema

En cualquier caso, el principal problema de presión migratoria tanto en Ceuta como en Melilla sigue siendo el del colectivo de subsaharianos, cuyas entradas representan cerca del 53 por ciento del total, siendo ese porcentaje del 57 por ciento en la primera de las ciudades autónomas y el 51 por ciento en la segunda. Son además especialmente significativas porque la práctica totalidad de esas entradas se producen en avalanchas en las que cada vez emplean más violencia.

Hasta el 22 de octubre de este año unas 15.000 personas han participado en este tipo de sucesos en Melilla, una cifra que contrasta con las apenas 2.000 que lo hicieron en Ceuta, un dato que las autoridades consideran, por comparación, residual. Aunque en los meses de junio y julio hubo un descenso de este tipo de sucesos, sobre todo por la instalación de la malla antitrepa en el perímetro fronterizo, el refuerzo de las dotaciones de las Fuerzas de Seguridad y la colaboración cada vez mayor de las autoridades marroquíes, lo cierto es que a partir de entonces, en concreto durante la última quincena del mes de agosto, se registró un repunte en las avalanchas. En ese periodo se produjeron hasta siete intentos de asalto protagonizados por unos 1.800 inmigrantes irregulares, de los que solo 110 lograron su objetivo.

Malla antitrepa

En septiembre solo se produjo un intento de asalto masivo a la valla, el día 12, por parte de unos 300 subsaharianos de los cuales ninguno llegó a la Ciudad autónoma gracias a la actuación conjunta de las fuerzas marroquíes y españolas. Sin embargo, esa relativa calma contrasta con los numerosos asaltos de octubre, que han tenido continuidad en noviembre.

En los primeros 24 días del mes pasado se vivieron diez intentos de asalto masivo protagonizados por 1.300 personas. En algunos de esos episodios los inmigrantes irregulares se emplearon con extrema violencia causando heridos entre los agentes españoles y magrebíes que trataban de contenerlos. En otras de las intentonas los asaltantes accedieron al entrevallado manteniéndose encaramados hasta doce horas.

En cuanto a las formas de entrada irregular en Melilla, el asalto al vallado y el uso de documentación falsa suponen el 88 por ciento de los casos. La primera de las modalidades supone el 44 por ciento del total, y es copada por los subsaharianos, mientras que la segunda llega a casi un 45 por ciento y es utilizada principalmente por ciudadanos de origen sirio.

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