El último vídeo electoral del PP recuerda la firma del pacto Sánchez-Rivera tras las últimas generales
El último vídeo electoral del PP recuerda la firma del pacto Sánchez-Rivera tras las últimas generales - ABC

El PP da por hecho que C’s apoyará al PSOE y Rivera descarta votar a Rajoy

El candidato popular habla de un posible tripartito de PSOE, Podemos y Ciudadanos, y les reta: «A ver si son capaces de hacerlo»

Santiago / Barcelona Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Indignación es lo que sienten en el PP por la actitud de Albert Rivera, que claramente levantó ayer un veto a Mariano Rajoy como presidenciable. Ni le votará ni se abstendrá si Rajoy es el candidato a la investidura, dijo el líder de la formación naranja. Lo que llevó a los populares a denunciar que «hay quien cree que es la democracia personificada, pero la democracia tiene sus reglas», y «el señor que tiene 40 escaños no puede querer enmendarle la plana al que saca 123».

Hubo un tiempo, no tan lejano, en que PP y Ciudadanos parecían estar más cerca. Al fin y al cabo, reconocen los populares, son «primos ideológicos». Pero el pacto firmado entre Rivera y Pedro Sánchez para la investidura fallida de marzo de 2016 enfrió la relación.

Las críticas cada vez menos veladas de Rivera contra Rajoy ha ido tensando la cuerda, que parece haber roto definitivamente ayer el líder de la formación naranja.

Pero si el candidato de Ciudadanos ha decidido iniciar la ofensiva contra el cabeza de lista popular, desde las filas del partido conservador no se han andado a la zaga: hace ya días, tras el debate a cuatro en television, acusaron el golpe de un Rivera muy beligerante contra Rajoy en materia de corrupción pero mucho menos exigente con Pedro Sánchez. «Ese acuerdo entre C’s y PSOE en marzo ha creado lazos entre ellos», lamentaba un dirigente popular.

Rajoy les reta

Un paso más allá dio también ayer el candidato Mariano Rajoy: en respuesta al «veto» lanzado por Rivera, el líder del PP habló de dos opciones de gobierno: su partido, por un lado, o «una coalición de PSOE, Podemos y Ciudadanos; a ver si son capaces de hacerlo». Es la primera vez que el cabeza de lista popular reune en un tripartito a socialistas, partido morado y naranja.

La nueva estrategia del PP incluso se hace patente en el último vídeo electoral popular, en el que recogen la imagen de Rivera y Sánchez firmando juntos el acuerdo. El PP quiere reforzar a partir de ahora el mensaje del voto útil: para frenar a Podemos, dicen, es inútil votar al PSOE, que va a quedar detrás de ellos; ni tampoco a Ciudadanos, que luego pacta con los socialistas. En este caladero echan sus redes los populares, con la esperanza -que dicen que ya están notando- de recuperar electores enfadados o asqueados por los casos de corrupción que pudieron pasarse a la formación naranja pensando que luego PP y C’s caminarían juntos, y se han visto desagradablemente sorprendidos al comprobar que no sólo esto no ocurría, sino que la alianza de los «naranjas» era con los socialistas.

También siguen preocupados los populares por el embarrancamiento del PSOE, que no les interesa porque en él ven un posible socio para ese gobierno moderado que propone Rajoy para después del 26-J. Y para el que necesitará inexcusablemente la ayuda directa o indirecta de los socialistas; con o sin Sánchez a a la cabeza.

Un acuerdo que, de alcanzarse -siquiera sea con la abstencion socialista- abocaría a Rajoy a un gobierno extremadamente complicado, en el quesería muy difícil sacar adelante cualquier ley o medida, y precisaría de continuos pactos para cada paso que quisiera dar.

PSOE, «como el PASOC»

Una situación compleja, pero no más que la que puede sufrir el PSOE si finalmente sufre el «sorpasso» de Unidos Podemos. Según lo ven en el PP, el error más grave de Pedro Sánchez fue «dar apoyo a Podemos en los ayuntamientos» el pasado año, tras las elecciones municipales y autonómicas. En caso de que Iglesias adelante a Sánchez en voto y éste decida pactar un gobierno con la formación morada, «será su fin; el PSOE desaparecerá como el PASOC en Grecia», es el pronóstico de los populares.

Mientras, Ciudadanos no solo aumenta el tono contra Rajoy sino que ya va descargando en él la responsabilidad de un posible bloqueo: por una parte dice que si depende de Ciudadanos habrá Gobierno, pero por otra reitera que si lo encabeza el candidato del PP, no será posible. Ayer en Barcelona por primera vez Rivera reconoció sin ambigüedad que «no apoyará» un Ejecutivo donde esté Rajoy, ni siquiera con la abstención: «Sí, nosotros no queremos que Rajoy gobierne, más claro no lo puedo decir», explicó Rivera preguntado por si facilitaría «por pasiva» un Gobierno.

Sube el tono de C’s

Sin embargo, Rivera no pide la dimisión expresa de Rajoy. «Reflexione», le dijo en el debate del lunes. «Él es el que debe decidir», aseguró ayer. Así deja recaer en Rajoy el peso de que haya o no un cambio, pero sin elevar el tono a un enfrentamiento bronco. «Hay un fin de ciclo y hay que cambiar de entrenador».

Donde más tajantes se muestraCiudadanos es en la argumentación, el que saben que es el punto flaco del PP: la baza de la corrupción, donde también más votos pueden robar de sus rivales. «Quiero un presidente del Gobierno al que no chantajee nadie, al que nadie llame para que no quite los aforamientos, que no le coja el teléfono a ningún delincuente», criticó ayer Rivera. E incluso ya han dejado caer en varias ocasiones a que dentro del PP hay gente a la que no le gustan la situación en la que está el partido. «España hoy no tienen Gobierno por puro personalismo», llegó a decir ayer Rivera.

Según el relato de su partido, el PP no quiere que Ciudadanos llegue a ser decisivo en el tablero electoral, para que nadie le pida el relevo, un cambio de políticas y de gobierno.

Por otro lado, Rivera sigue negando la vigencia del pacto entre Ciudadanos-PSOE. Defiende que la repetición de elecciones implica empezar de cero también en las negociaciones e incluso se ha lanzado a por el electorado socialista jugando la baza del apoyo del PSOE a Podemos, ya que aseguran no tener clara la estrategia de pactos de los socialistas después del 26-J.

Ver los comentarios