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Donald Trump en un discurso - REUTERS

Trump no cede: victoria en Michigan y paseo en Misisipi

Clinton y Sanders, con un estado cada uno, se mantienen a la misma distancia

Sólo aguanta Ted Cruz, con una victoria en Idaho, mientras que Kasich toma el relevo de Marco Rubio, en plena caída

Corresponsal en EE.UU Actualizado: Guardar
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La primera duda tras el Supermartes ya está resuelta: Donald Trump no pierde fuelle. En el punto intermedio entre los dos grandes martes de las primarias republicanas, el millonario volvió a demostrar que tiene ritmo de carrera suficiente para alcanzar la nominación, aunque todavía estemos a mitad de camino y le resten muchos delegados para alcanzar los 1.237, la mitad más uno. El favorito volvió a reivindicarse en un estado del sur, esta vez en Misisipi, demostrando que es el más fuerte incluso entre los cristianos evangélicos, ligeramente por encima de uno de sus autodeclarados militantes, Ted Cruz, según las encuestas a pie de urna. Con un porcentaje cercano al 50% del voto, el dominio de Trump a punto estuvo de reportarle los 39 delegados en juego, pero se quedó por debajo de la mitad de los sufragios emitidos.

No fue su única victoria. En Michigan, el norte industrial castigado por la crisis del sector automovilístico, los llamados «blue collar» (clase trabajadora blanca), el otro caladero en el que está pescando el neoyorquino, fueron decisivos para su triunfo. Con un porcentaje sensiblemente menor, en torno al 38%, pero once puntos por encima de su principal competidor en ese estado, John Kasich, que poco a poco gana peso para intentar frenar a Trump en Ohio, estado en el que es gobernador. El decepcionante cuarto puesto de Marco Rubio, con apenas un 8%, confirma que se encuentra en plena caída, a sólo una semana de la batalla de Florida, para él una verdadera final. También en Hawai, según informan los medios de televisión estadounidenses, Trump ha logrado su tercera victoria de la noche. De hecho, el millonario ha escrito en su cuenta de la red social Twitter: «Gracias, Hawai».

Con tres nuevos estados en su haber, con los que suma ya 15 victorias, Trump lanzó en su comparecencia su primer guiño a un miembro del establishment, el speaker (presidente-portavoz) del Congreso, Paul Ryan, de quien recibió esta llamada una llamada. El magnate, que va suavizando las formas con el partido a medida que se acerca a la nominación, mostró un agradecimiento expreso a Ryan.

En la jornada de este martes, una vez más, el único que hizo sombra al showman fue Ted Cruz, quien volvió a llevarse el triunfo en un caucus, esta vez en el estado de Ohio, en el Medio Oeste. Una combinación perfecta para el senador por Texas, quien sabe moverse en las campañas sobre el terreno, muy propicias para un cristiano evangélico como él. Cruz suma ahora siete victorias.

Sanders se lleva Michigan

La carrera demócrata fue más equitativa. Con sólo dos estados en competición, Hillary Clinton se llevó Misisipi y Sanders, Michigan. De nuevo, la exsecretaria de Estado se mostró intratable en el sur, donde abunda la población afroamericana, masivamente favorable. Pero la victoria mínima del senador socialista en el estado del norte contiene un doble aviso para Clinton: por extensión, el vecino Ohio puede complicarle las cosas el próximo martes a la candidata, contando además con que repartirá delegados por el sistema mayoritario (el ganador se lleva todo); la segunda lectura, resultado de combinar las victorias de Sanders y de Trump en Michigan, donde abunda la clase media trabajadora blanca, se convierte en advertencia para quien aspira a ser la primera presidenta de Estados Unidos, pues es uno de los grupos que más se le resiste.

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