COMIENZA LA SIEMBRA

Una campaña marcada por el yugo del arroz de importación

La Comisión Europea inicia una investigación del grano procedente de Camboya y Myanmar que ofrecerá resultados en un año

Imagen de una zona de cultivo en Isla Menor J.J. Úbeda

N.ORTÍZ

Los arroceros sevillanos han comenzado la campaña de siembra con retardo, debido a las lluvias de las últimas semanas, pero con buenas expectativas respecto a la cosecha. «Se han sembrado unas 40 hectáreas por ahora, vamos con cierto retraso, pero la excelente maquinaria que tiene el sector nos ha permitido hacerlo a un ritmo más rápido que en otras campañas», explica Manuel Cano, director gerente de la Federación de Arroceros de Sevilla.

Según la entidad, se espera que, a principios de junio, se hayan sembrado las 37.000 hectáreas dedicadas al arroz entre los márgenes del río Guadalquivir . Además, las precipitaciones caídas en los meses de marzo y abril han aliviado la preocupación sobre la falta de agua de los arroceros, que esperan que la cosecha «esté dentro de la media de los últimos años», con unos 8.500 kilos por hectárea. Por otra parte, el arroz redondo sigue creciendo en detrimentro del largo, por lo que los porcentajes se situarán, aproximadamente, en un 60% de arroz largo y un 40%del redondo.

No obstante, las buenas perspectivas de cara a la campaña se ven empañadas por la entrada del arroz de importación sin aranceles , un problema que el sector lleva años denunciando y que, por fin, las autoridades europeas han comenzado a analizar. En concreto, el pasado viernes, los miembros del Grupo de Diálogo Civil sobre el Arroz, celebrado en Bruselas, estudiaron un balance de las importaciones a fecha de marzo de este 2018 que revela que la cifra de arroz procedente de países terceros sigue suponiendo un porcentaje bastante alto del arroz que se consume en Europa.

Campos de cultivo en Isla Menor JJ Úbeda

Así, respecto a las importaciones totales, de grano partido se han introducido 269.140 toneladas desde septiembre a marzo , un 32% más que en el mismo periodo del año pasado. En arroz blanco, la cifra asciende a 410.984 toneladas, un 3% menos, en arroz cargo o integral se han importado 88.546 toneladas, un 23% menos y en arroz basmati, la cifra ha subido hasta un 39% hasta situarse en las 203.913 toneladas.

Camboya y Myanmar

Respecto al arroz procedente de Camboya y Myanmar, países que forman parte del acuerdo EBA, que permite que el producto entre en Europa sin aranceles, las cifras son igualmente altas. En concreto, en arroz partido se han importado 182.668 toneladas, un 25% más que el pasado año, en arroz blanco 193.360 toneladas, un 6% menos, y en cargo hasta 774 toneladas, un 36% más que en el mismo periodo del pasado año.

En total, las importaciones procedentes de los países EBA ascienden a 193.949 toneladas a fecha del mes de marzo. Aunque supone un 7% menos que el año pasado, no alivia la preocupación de los arroceros. «Nos sorprende, y nos pone en alerta, que se importe tanto arroz partido», explica Manuel Cano . «Éste tiene una partida mucho más limitada, ya que se utiliza en piensos, alimentación para perros, cerveza o cosmética, por ejemplo, y su llegada desde otros países complica de sobremanera al arroz partido comunitario», asegura.

Reacción europea

El Grupo de Diálogo Civil sobre el Arroz también analizó la investigación de salvaguardia que la Comisión Europea inició el pasado 16 de marzo para analizar la s importaciones procedentes de Camboya y Myanmar y sus efectos en las explotaciones arroceras europeas.

Así, fue Cecilia Malmström, la comisaria europea de Comercio, la encargada de comunicar que la Comisión dará respuestas a las preocupaciones comerciales expresadas por el sector arrocero italiano en una petición en la que éste fue apoyado por el resto de países miembros.

La cosecha estará en la media de las últimas campañas JJ Úbeda

«La reclamación alega que el arroz Índica se importa en volúmenes y a precios que causan graves dificultades a los productores de la UE de productos similares o directamente competidores. Como resultado, una vez determinado que existen motivos suficientes para justificar el inicio de un procedimiento, el 16 de marzo de 2018 la Comisión decidió iniciar formalmente una investigación de salvaguardia», se explica en el comunicado de la comisaria europea.

Los resultados de la investigación se conocerán dentro de doce meses, por lo que no tendrán efecto sobre esta campaña, pero sí sobre la siguiente , como recuerda Manuel Cano. «Esperemos que la presente sea la última campaña que vivamos con intranquilidad», afirma.

Aunque se muestra satisfecho con la decisión de la Comisión, recuerda que el sector lleva «pidiendo soluciones desde 2010», y asegura «no entender» por qué, tal y como explica Cecilia Malmström en su carta, se ha informado a Camboya y Myanmar de la investigación. «Es un acuerdo, no un convenio bilateral, la Unión Europea debería defender a sus agricultores ante todo», insiste Cano.

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