La segunda vida del fondo de armario
Una camiseta de algodón reciclado supone ahorrar 2.700 litros de agua
Unos leggin descoloridos, unos vaqueros desgastados, una camisa con manchas que no salen, una falda que ya no se usa apolillada en el fondo del armario... Todas esas prendas merecen una segunda oportunidad. Y es por lo que están apostando ahora diferentes cadenas low cost y marcas de moda. El objetivo es reciclar la ropa para que vuelva al circuito textil. Es decir, utilizar eficaz y eficientemente los recursos, uno de los pilares de la economía circular a la que se suben cada vez más empresas. No en vano, se trata de una iniciativa emblemática en la estrategia Europa 2020 que pretende generar un crecimiento económico inteligente, sostenible e integrador en el Viejo Continente.
El último en sumarse a este tipo de estrategia ha sido el Corte Inglés, que inició la Vuelta al Cole con la recogida de ropa vaquera a través de su marca infantil Brotes (desde el pasado 1 de agosto y hasta el 30 de septiembre). Bajo el lema «Yo ya reciclo», la campaña está teniendo una buena acogida entre los consumidores, según cuentan fuentes de la compañía. A cambio El Corte Inglés premia al cliente con un descuento de 5 euros en su compra en la marca infantil. «La economía circular está dentro de la política de Responsabilidad Social Corporativa del El Corte Inglés. Tendemos a ser más respetuosos con el medio ambiente, intensificando el uso de materiales sostenibles. Con esta campaña, las prendas que los clientes entreguen volverán al circuito textil una vez se complete el proceso de reciclaje», explican fuentes de la compañía.
La economía circular es un pilar de la estrategia Europa 2020 para llegar al crecimiento sostenible
en implantar este tipo de estrategia. Desde 2013, recoge ropa usada en sus establecimientos de 67 países. Ya han reunido más de 45.000 toneladas de textiles, de los cuales más de 4.4 millones de kilos han sido recogidos en España. «Los españoles han recibido esta iniciativa de manera muy positiva, superando todas nuestras expectativas. Cada año vemos incrementarse la cifra de kilos recogidos en España respecto al año anterior», dice Ona Bascuñán, directora de Comunicación de H&M España y Portugal.
La cadena low cost acepta todo tipo de prendas independientemente de su marca y de las condiciones en las que se entreguen. A cambio el cliente recibe un
Uno de los compromisos de la firma sueca es reducir el impacto medioambiental a lo largo de todo el ciclo de vida de las prendas. Con esta estrategia, se consigue consumir menos materias primas que se habrían utilizado en la producción de nuevas prendas. Por otro lado, también se evita que muchos residuos textiles que se tiran a la basura acaben en los vertederos. Se estima que cerca del 95% de esos desechos se podrían volver a utilizar o reciclar.
«Lo que no se puede transformar en hilos finos se usa para asfalto, pladur y alfombrillas para coches »
H&M cuenta con la empresa I:Collect, que tiene sede en Alemania, para todo el proceso de clasificación, tratamiento y reciclaje. La ropa que se puede usar de nuevo se vende en el mercado de segunda mano; las prendas más deterioradas se convierte en otros productos, como paños de limpieza y tapicería para coches, y lo que se puede reciclar en fibras textiles se utiliza para nuevas prendas. «H&M se nutre de estas nuevas prendas. Toda la industria ha comprendido que la economía circular es vital para cuidar el medio ambiente y para la propia supervivencia. Para nosotros la sostenibilidad está integrada en nuestro modelo de negocio, desde el momento que un diseñador realiza una prenda hasta que llega al consumidor», asegura Ona Bascuñán.
Mango es otra de las firmas que ha apostado por la sostenibilidad. Su campaña «Second chances» comenzó a finales de 2015 en una fase piloto en Barcelona. Hoy 80 contenedores en tiendas nacionales y otros 17 en Europa recogen la ropa y calzado de cualquier marca que depositan los clientes. Y se les da una segunda oportunidad. En ese tiempo 2,5 toneladas ya se han procesado en los centros de recuperación y reciclaje de Koopera. «Una alta tecnología permite reutilizar esa ropa usada, volverla a convertir en materia prima o reciclarla para nuevas funciones como aislamiento térmico o relleno de sofás, entre otros», cuentan desde Mango. Koopera forma parte además de un grupo de empresas de inserción laboral no lucrativa impulsada por Cáritas.
El reciclado
No queda otro camino: «El reciclaje de ropa ha venido para quedarse. No es una moda, no podemos hacer otra cosa porque nos estamos cargando el planeta», sostiene Pablo Ramiro Cairols, director de Marketing de Hilaturas Ferre, una de empresa de hilatura de algodón con 70 años de historia y que recicla para marcas como H&M, El Corte Inglés e Inditex. «Las nuevas tecnologías nos han permitido elaborar hilos cada vez más finos. De tal forma que ya podemos hacer estos hilos para polos, camisetas... Lo que más se recicla es algodón. Luego lana, poliéster, nylon, acrílico... Estamos investigando siempre, también en fibras naturales. Trabajamos para hilar con cáñamo y bambú», explica.
«Un tonelada de algodón reciclado supone de ahorro de 15 millones de litros de agua. Una camiseta ahorra 2.700 litros de agua que se habrían utilizado en el proceso de crear una nueva con materias primas. Y el proceso de reciclado tiene un consumo energético mucho menor», dice Cairols. Lo que se puede se recicla en ropa y lo que no permite hilar fino se usa para asfalto, paneles de pladur, insonorización, alfombrillas de los coches... El círculo se cierra y nada se desperdicia, como en la naturaleza.
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