Una de las ruedas de prensa de la VIII Tribuna España-Filipinas
Una de las ruedas de prensa de la VIII Tribuna España-Filipinas

La puerta entreabierta del mercado asiático

El rápido crecimiento y su situación estratégica disparan el atractivo inversor de Filipinas

MADRID Actualizado: Guardar
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Un mercado de considerable tamaño en el que emerge una pujante clase media, al que nos unen potentes lazos culturales y que también puede servir de puerta de entrada al continente asiático. Filipinas ofrece todas las coordenadas para consolidarse como una zona estratégica de futuro para las empresas españolas. Con un mercado por encima de los 100 millones de habitantes y uno de los incrementos del PIB más altos del continente asiático (en torno al 6% para este año), suma además otro foco de atracción: es miembro de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), una organización que el año pasado puso en marcha un mercado regional único que suma una población de más de 600 millones de habitantes.

En un país en el que queda mucho por hacer, es evidente que las infraestructuras son una gran ventana de oportunidad.

Pero, tal y como se puso de manifiesto en la VIII Tribuna España-Filipinas, celebrada la pasada semana en Davao, no es el único nicho a tener en cuenta. «Existen otros sectores importantes relacionados con el agua, tratamiento de residuos, externalización de servicios, servicios profesionales, servicios financieros, turismo... De hecho, algunas empresas españolas de ingeniería o de software se han implantado en el país para prestar servicios intra-company y globales», explica Narciso Casado, director de Relaciones Internacionales de CEOE, uno de los asistentes a este foro de diálogo bilateral organizado por Casa Asia, la Fundación Santiago y el Phillipine-Spanish Businnes Council. Una cita en la que también participaron, entre otras autoridades, el ministro de Finanzas filipino, Carlos Domínguez, y el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ignacio Yañez.

Fuerte integración

Casado asegura también que «Filipinas puede constituir una buena plataforma para el ensamblaje de equipos, que pueden ser exportados al resto de los países de Asean». Y es que una parte esencial de las exportaciones filipinas «están relacionadas con la electrónica, el transporte o la maquinaria». Para el director de Relaciones Internacionales de CEOE, «el predominio de los productos industriales en las exportaciones filipinas es una muestra de la fuerte integración existente entre las economías del sureste asiático y del importante papel que desempeñan las cadenas de producción globales y regionales en el desarrollo de la economía» de este país.

«A Filipinas nunca se le ha visto como una gran oportunidad. El foco estaba en los países vecinos»

Ramón María Moreno, director general de Casa Asia, coincide en el déficit de infraestructuras que caracteriza a los diez países que forman Asean, pero resalta también las oportunidades que brindan el sector de la energía y ámbitos como la distribución y la comercialización de productos agrícolas. Sin embargo, las cifras de comercio e inversión siguen siendo reducidas. La última gran operación en tierras filipinas se deshizo en 2008, con la venta por Unión Fenosa de su posición en la eléctrica Meralco. Aunque varias grandes empresas españolas tienen presencia en el país (Mapfre, Indra, Gamesa, Pascual...), el stock de la posición inversora apenas superaba los 45 millones en 2014. Y las exportaciones rondaron los 405 millones en 2015. En defintiva, hay mucho terreno por el que avanzar. «A Filipinas nunca se le había visto como una gran oportunidad. El foco estaba en países vecinos, pero ahora se están empezando a ver todas las posibilidades que ofrece. Evidentemente, la distancia no ayudaba mucho, aunque los lazos históricos y culturales que mantenemos facilitan la posible penetración española», asegura el director de Casa Asia.

Casado reconoce que en Filipinas «todavía existen algunas trabas al comercio», como las relacionadas con la tramitación aduanera o la aprobación de documentos oficiales. «Sin embargo, sus barreras no superan ni en número ni en importancia a las existentes en otros países de su entorno», concluye, aunque insta a los gobiernos de ambos países a trabajar para superar esos inconvenientes.

Moreno cree que el nuevo Gobierno filipino ya está dando «gran importancia al comercio bilateral e intentando reducir la carga burocrática, aún bastante intensa, para atraer capital». En todo caso, recomienda aparcar la mentalidad europea al afrontar la entrada en este mercado. «Su cultura es distinta a la nuestra y su mercado tiene muchas peculiaridades que provocan que no se pueda ir a estos países pensando a corto plazo». En el proceso, como en otros mercados asiáticos, conviene apoyarse en socios locales. En todo caso, el director de Casa Asia asegura que los altos porcentajes obligatorios de presencia y participación del capital filipino dentro de las empresas son cada vez menores, con lo que se diluye otro de los factores que podían freanar a las empresas españolas.

Avances liberalizadores al margen, Casado recuerda que los países de la zona Asean «ofrecen entre sí diferentes ventajas competitivas. Filipinas las presenta en los servicios profesionales, la externalización de servicios o los servicios financieros. También ofrece buenas condiciones en determinados sectores industriales, donde ya existe un tejido de proveedores locales y una capacidad logística desarrollada». La puerta filipina hacia el mercado asiático vez parece cada vez más entreabierta.

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