El PSOE da la espalda al Gobierno y deja en el aire la reforma de la estiba

La cercanía de las primarias socialistas comienza a dejarse sentir en el Congreso de los Diputados donde los portavoces de este partido están endureciendo su discurso político contra el Gobierno. Hoy, el portavoz de Economía, Pedro Saura, dejó estupefacta a Moncloa al convocar una rueda de prensa para anunciar que el Real Decreto-Ley sobre la estiba aprobado el viernes por el Consejo de Ministros y en vigor desde el domingo no será convalidado por el Congreso de los Diputados el próximo jueves.

Si el PSOE cumple su amenaza y logra aglutinar más «noes» que los «síes» del Gobierno, el texto quedaría derogado. Fuentes populares subrayan su estupefacción porque la reforma de la estiba es consecuencia de la trasposición de una directiva europea y con su marcha atrás España se arriesga al pago de una multa del orden de 300.000 diarios.

Subrayan, además, que los socialistas les habían dado su conformidad a que la tramitación debía hacerse de manera inmediata, aunque reconocen que no habían negociado cuando el texto. Esperaban así que los socialistas convalidaran el Real Decreto para evitar la sanción europea y solicitaran su tramitación posterior como proyecto de ley para poder introducir cambios con los apartados con que no estuvieran conformes. La única maniobra que puede intentar el Gobierno es la búsqueda de abstenciones en el bando socialista. Por ejemplo, en ERC dada su posición en el Gobierno de la Generalitat. Si esta maniobra fallara, tendría que exigir presencia a todos sus Diputados, incluidos ministros, y confiar en que en el bando socialista se produjera alguna ausencia que les otorgara de forma fortuita la victoria en la votación.

La posibilidad de derogación a la que se enfrenta el Real Decreto de la estiba es histórica ya que desde el inicio de la democracia solo existen dos precedentes de rechazo a esta figura legislativa y uno de ellos por equivocación. El primero tuvo lugar el 6 de febrero de 1979 con UCD en el Gobierno, con motivo de la prorroga de la Junta Central de Acuartelamiento. El segundo tuvo lugar el 9 de febrero de 2006 por un error del grupo socialista en la votación de los tipos impositivos del impuesto sobre las labores del tabaco. Además de histórico, es un movimiento que demuestra la frágil estabilidad de la legislatura ya que el Gobierno necesita contar obligatoriamente con los socialistas para aprobar cualquier iniciativa. El primer aviso de que el PSOE no está dispuesto a ser un aliado estable para el Ejecutivo llegó hace unos dos meses con el anuncio de la enmienda a la totalidad de los nuevos Presupuestos. Su mensaje de ayer ilustra ahora el limitado recorrido que puede tener la estrategia parlamentaria del Gobierno, centrada en la negociación previa con el PSOE y el uso del Real Decreto-Ley para aprobar cualquier iniciativa y sortear el trámite de enmiendas.