El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro - VALERIO MERINO

Hasta 9.000 empresas deberán adelantar a Hacienda 8.000 millones este año

El decreto para fijar un tipo mínimo sobre los pagos fraccionados del Impueto de Sociedades, que el Ejecutivo aprueba este viernes, finalmente será más duro que lo previsto en un principio y penalizará a la banca con un tipo mínimo del 25%

MADRID Actualizado: Guardar
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El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se ha reunido esta tarde con el responsable económico del PSOE, Jordi Sevilla, para presentarle el decreto-ley sobre la fijación de un tipo mínimo en los pagos fraccionados de Sociedades que el Gobierno aprobará este viernes, de cara a recabar apoyos parlamentarios. Las empresas que facturan más de 10 millones de euros tendrán que adelantar a Hacienda un 23% sobre su resultado contable en sus pagos en Sociedades de este año, mientras que en el caso de la banca, el anticipo será del 25%, confirman fuentes del ministerio.

Por tanto, el decreto será finalmente más duro de lo previsto, pese a las peticiones de la CEOE para que el ministerio suavizara la medida.

En un inicio Hacienda barajaba que el tipo mínimo fuera del entorno del 20% y que afectara a las compañías que facturasen más de 20 millones de euros para así recaudar 6.000 millones de euros. Ahora los ingresos serán mayores, de 8.000 millones. Hasta 9.000 empresas deberán adelantar el tributo, frente a las 4.400 compañías afectadas en las primeras estimaciones de Hacienda.

El Gobierno aprobará este viernes el decreto en Consejo de Ministros. Si finalmente publica en el BOE la norma este viernes, los cambios podrían entrar ya en vigor en el próximo pago fraccionado de octubre. Las empresas pueden dividir sus pagos del Impuesto de Sociedades en abril, octubre y diciembre, para liquidar las diferencias positivas o negativas con Hacienda en julio del siguiente ejercicio. La medida, por tanto, es similar a un alza de las retenciones, ya que después la Agencia Tributaria devuelve a las empresas los impuestos que no les correspondían pagar. El pago de octubre se produce entre el 1 y el 20 de octubre.

Tras el visto bueno del Consejo de Ministros, el Congreso de los Diputados tiene 30 días para convalidar el decreto ley. Los partidos pueden votar a favor o en contra del mismo, no introducir enmiendas, por lo que el PP ya ha comenzado los contactos con el PSOE para asegurarse su apoyo en la votación y tratar cualquier posible cambio con anterioridad. Ciudadanos se muestra favorable a la medida y de hecho el adelanto de Sociedades figuraba en el pacto que firmó con el PP, pero el partido naranja aún no ha recibido el decreto. Montoro también ha mantenido algún contacto informal de cara a la aprobación del decreto con PNV. En los próximos días transmitirá la medida a otros partidos para recabar apoyos.

Un Gobierno en funciones puede aprobar un decreto ley siempre que se acredite su urgencia. En este caso, la premura procede de la multa que Bruselas puede imponer al Gobierno de 5.000 millones por incumplir el déficit el año pasado.

El anticipo será la medida estrella que el Ejecutivo de Mariano Rajoy presentará a Bruselas el 15 de octubre, cuando le transmitirá oficialmente que prorroga presupuestos ante el parón político, junto a un paquete de ajustes para reducir el déficit público y así aplacar a la UE. De hecho, Comisión Europea y Eurocámara se reunirán este lunes para tratar la congelación de fondos a España en caso de que el Gobierno no adopte políticas para equilibras sus cuentas y ya se encontrarán con esta medida aprobada por el Ejecutivo.

El anticipo supone un tapón en la pérdida de ingresos que adolecía este año el Impuesto de Sociedades, que hasta agosto había reducido su recaudación un 32%, a 5.296 millones, 2.487 menos que el año pasado. Y endurece el marco que había hasta el año pasado para las grandes empresas. Desde 2012 a este año, había un tipo mínimo en los pagos fraccionados de Sociedades del 12% para las empresas que facturen más de 20 millones de euros. Este año el Ejecutivo no prorrogó una medida que era temporal y se suprimió el tipo mínimo. Ello se tradujo en una fuerte caída de la recaudación que ahora Hacienda pretende enmendar para tratar de cuadrar los ingresos y los gastos de la Administración.

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