El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, participa en el Congreso de la Banca Alemana celebrado este jueves en Berlín
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, participa en el Congreso de la Banca Alemana celebrado este jueves en Berlín - EFE

Dijsselbloem lamenta haber dicho que los países del sur de la eurozona gastan el dinero en «copas y mujeres»

El presidente del Eurogrupo se arrepiente de la «forma» de sus polémicas declaraciones, pero no del fondo

BERLÍN Actualizado: Guardar
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El presidente del Eurogrupo, Jeroem Dijsselbloem, ha lamentado este jueves la «forma» en que se expresó cuando sugirió que los países del sur de la eurozona derrocharon dinero en «copas y mujeres», pero defendió el fondo de su argumento.

En su intervención en el Congreso de la Banca Alemana, el socialdemócrata holandés se ha arrepentido de haberse expresado «de forma demasiado directa», algo que molestó a «tanta gente», y ha subrayado que no se refería a los países del sur de la Eurozona, sino a todos los países que comparten la divisa europea. «Quizá debería haberlo dicho de otra manera», ha dicho el presidente del Eurogrupo, que al final de su explicación recibió un cerrado aplauso de los 700 representantes de la banca alemana presente en el foro.

Dijsselbloem ha argumentado que ninguna comunidad puede mantener la solidaridad interna sin un «marco» normativo que todas las partes respeten, «todos, no sólo los países del sur», deben «comprometerse a cumplir lo acordado». «Todos deben hacerlo lo mejor que puedan para construir una Europa mejor», ha agregado.

En un contexto en el que algunos cuestionan la pertinencia de mantener las reglas fiscales una vez que ha pasado lo peor de la crisis, la «respuesta» de Dijsselbloem es que es preciso mantener la estricta arquitectura institucional que se ha puesto en marcha a raíz de la crisis. La solidaridad en la Eurozona, ha apuntado, necesita esa «base» y ha indicado que, para compartir riesgos, cada país miembro debe reducir sus propios riesgos, en referencia al déficit y la deuda. A su juicio, pese a la mejora de la coyuntura económica en la zona euro, se deben mantener las exigencias fiscales, los estándares de capital de los bancos y se debe seguir avanzando en la unión bancaria «para completarla en los próximos años».

Dijsselbloem ha reconocido que hay un «hueco» temporal entre su salida del Ministerio de Finanzas holandés —tras el hundimiento electoral de su partido— y el fin de su mandato al frente del Eurogrupo, pero no aportó claves sobre cómo se va a resolver esta cuestión controvertida. El presidente del Eurogrupo es un ministro de Finanzas en activo elegido por sus colegas de la eurozona y, mientras algunos defienden que sólo debe serlo en su nombramiento, otros solicitan que se busque a un sustituto para Dijsselbloem.

Sobre el Brexit (salida del Reino Unido del bloque comunitario), el presidente del Eurogrupo ha vaticinado un «proceso difícil» con «conversaciones muy largas y complejas», algo «inevitable» ya que «los intereses van a diverger desde el principio» entre la UE y Londres. «Cuanto más reflexiono sobre esto, mayor es mi preocupación», ha asegurado Dijsselbloem tras citar, como los principales escollos, la factura que deberá abonar Reino Unido para salir de la UE y la negociación de la relación futura.

Ha dudado además de que los bancos en Reino Unido puedan obtener un permiso permanente para operar en la UE tras el Brexit, ya que las regulaciones en ambas partes irán distanciándose progresivamente. No obstante, ha abogado por mantener a Reino Unido «tan cerca como sea posible» y, por «responsabilidades e intereses comunes», tratar de «minimizar los daños» y lograr un acuerdo. Además, ha subrayado que a su juicio la UE debe «demostrar» su «valor añadido» para volver a resultar a atractiva para los ciudadanos y atajar el auge de la ultraderecha.

El Congreso de la Banca Alemana es una iniciativa trianual de la Asociación de la Banca Alemania que en esta edición reunió en Berlín, entre otros, al presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) para el Euro, Valdis Dombrovskis, y el presidente del Deutsche Bank, John Cryan.

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