Los «despidos de oro» en el sector financiero

Desde 2008, más de 80.000 empleados de bancos han perdido su puesto de trabajo

Ciudad Financiera del Banco de Santader, entidad que ha ganado 5.077 millones hasta septiembre de 2017 ABC
María José Pérez-Barco

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Hay quien ya los ha denominado «despidos de oro»: trabajadores que bien de forma forzosa o voluntaria pierden su puesto de trabajo con indemnizaciones muy superiores a lo que marca la ley. El ejemplo más reciente ha venido esta semana del banco de Santander. Los representantes de la entidad llegaron a un acuerdo con los sindicatos respecto a las condiciones del ERE que negociaban: finalmente 1.100 empleados (un 25% menos de lo previsto inicialmente) de los servicios centrales del Santander y del Popular saldrán de forma voluntaria y con atractivas indemnizaciones. En concreto, se podrán prejubilar a partir de los 50 años con el 80% del salario bruto pensionable. Para los menores de 50 años, el banco ofrece 40 días por año con un límite de 24 mensualidades.En ambos casos también recibirán primas en función de la antigüedad. Compensaciones mucho más generosas que el mínimo establecido en la ley en casos de ERE: 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades.

No es el único ejemplo en el sector financiero, que parece más proclive a conceder estas interesantes remuneraciones por despido. En su día, el mismo banco de Santander acordó indemnizaciones de 50 días por año tras absorber Banesto, 45 ofreció CaixaBank e Ibercaja-Caja3. Y Bankia 46 tras la fusión en la que tuvo origen.

El sindicato FINE estima que han desaparecido 15.500 sucursales y 16.000 cajeros automáticos

Con todas las precauciones que requiere la pérdida de un puesto de trabajo, lo cierto es que con indemnizaciones de este calibre marcharse a casa hace más llevadero el amargo sabor del despido. Pero «no es oro todo lo que reluce», considera Agustín Nieto, responsable de sector financiero de UGT. «No creemos que sean despedidos de oro —afirma— sino indemnizaciones que permiten a los trabajadores vivir dignamente mientras esperan su jubilación. Estos trabajadores se marchan a casa con un 20% menos de salario». Sin trabajo y sin posibilidades de encontrar su lugar en el mercado laboral. «Lo del Santander es la excepcionalidad —declara—. Socialmente no se entendería que un banco que ha declarado beneficios y ha comprado otra entidad por un euro despida a sus empleados con lo mínimo que garantiza la ley. Es un gran coste pero así la entidad mantiene su imagen de empresa negociadora y la paz social».

Como explica el portavoz de UGT, el sector financiero lleva a cabo un proceso de reconversión desde 2008, que ha supuesto la pérdida de más de 80.000 puesto de trabajo, según datos del sindicato FINE (FederaciónFuerza, Independencia y Empleo). El 44,6% (60.126) fue en las antiguas cajas de ahorro y el 17% (unos 20.000) en la banca.

Cambio de fisonomía financiera

Y es que el mapa financiero de hoy nada tiene que ver con el de hace diez años. Hay menos entidades (desaparecieron las cajas de ahorros y ocho se convirtieron en bancos, más otras fusiones y adquisiciones), y también menos oficinas. El FINE estima que han cerrado las puertas más de 15.500 sucursales y 16.000 cajeros ya no están operativos (un 30% de los que existían). «En el sector financiero existe un proceso de concentración progresivo intensificado por la globalización de la economía», explica Joaquín García Murcia, director del departamento de Derecho del Trabajo en la Universidad Complutense de Madrid. Y a eso hay que añadir unos tipos de interés al cero y la adaptación de las entidades a las nuevas tecnologías. La reconversión ha tenido un alto coste: «No solo con los ERE, también se han llevado a cabo otras medidas como reducciones de jornada, bajadas de salario a cambio de menos despidos...», añade Nieto. Por no hablar de largas jornadas laborales, denuncia Nieto.

El FINE estima que han cerrado las puertas más de 15.500 sucursales y 16.000 cajeros ya no están operativos

Existen otras claves que explican estas generosas indemnizaciones. «La gran fuerza sindical que existe es una potente herramienta a la hora de negociar con las empresas. Por otro lado, las entidades intentan llevar a cabo proyectos de reorganización de la forma más pacífica posible. Influyen también los recursos existentes y que el sector financiero ha podido programar estas operaciones con más previsión».

Desde luego se tiende a evitar el conflicto, «a hacer el ajuste de forma no traumática», afirma José Luis Martínez, portavoz de la Asociación Española de Banca. Se trata de «ofrecer opciones razonables para favorecer la adhesión voluntaria. En ningún caso se trata de crear nuevas plantillas con salarios más bajos, sino procurar que la nueva plantilla, tras el proceso, sea la más adecuada», añade.

Las prejubilaciones, lo más común

Ante este escenario las prejubilaciones se convierten en la opción más adecuada : «Desde los 55 y hasta los 62 es un periodo relativamente corto que se puede cubrir con las indemnizaciones y compensaciones que se están dando.Es más fácil que adoptar medidas con personas de 35 años», dice el profesor. Además, es un sector donde los empleados suelen contar con largas trayectorias profesionales en las entidades.

Pero el futuro no es halagüeño. UGT prevé entre 2.000 y 4.000 despidos para el próximo año en este sector. Los sindicatos temen que el ERE por la fusión Bankia-BMN afecte a más de 2.000 trabajadores, «también está el ERE de Evo Banco que quiere cerrar el 88% de las oficinas, Nos preocupa la fusión de Unicaja Banco y España-Duero y el futuro de bancos medianos y pequeños». El pronóstico es que la reconversión continúe en 2018 y 2019. ¿Existirán indemnizaciones tan generosas?

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