El ministro de Finanzas de Grecia, Yanis Varufakis, a su llegada a la reunión con George Osborne.
El ministro de Finanzas de Grecia, Yanis Varufakis, a su llegada a la reunión con George Osborne. - efe

¿En qué consiste el plan de Grecia para reestructurar su deuda?

El «plan Varufakis», que incluye el compromiso con las reformas y el superávit primario, permiten a la Bolsa de Atenas recuperar todo lo perdido tras la victoria electoral de Syriza

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La gira europea del nuevo ministro de Finanzas de Grecia, Yanis Varufakis, empieza a dar resultados. El nuevo Ejecutivo heleno mantiene intacta su voluntad de alcanzar un acuerdo con sus socios europeos. Pero en aras de ese acuerdo sí están dispuestos a renunciar a algunas de las propuestas que habían sido bandera de Syriza en los últimos años.

Grecia ya no habla de quita. Varufakis ha elegido una entrevista en Financial Times para anunciar una propuesta que, a falta de concreción, pretende alejar el fantasma de la quita, que los países acreedores, especialmente Alemania, y los inversores privados no están dispuestos a aceptar. El país heleno propone ahora un canje de bonos para reducir la carga de su abultada deuda pública, que alcanza los 315.000 millones de euros.

El 175% del PIB.

Lo que en el mercado ya se empieza a conocer como «plan Varufakis» consiste en intercambiar bonos actuales por unas nuevas emisiones. Los primeros serían unos bonos ligados al crecimiento, que se intercambiarían por los bonos que actualmente están en poder de los socios europeos, que se acerca a los 200.000 millones de euros.

¿En qué consisten este tipo de bonos? En primer lugar hay que explicar que un bono indexado es aquel título de renta fija referenciado a algún índice, con lo que el rendimiento del bono se liga a la evolución de una determinada magnitud macroeconómica. Los más comunes son los bonos ligados a la inflación, y pretenden dar cobertura al inversor frente a la pérdida de poder adquisitivo derivado de la inflación.

Pero en el caso griego se trata de bonos indexados al PIB, cuyo rendimiento queda condicionado en virtud del crecimiento del país. Con la cautela de un plan que está todavía sin concretarse, el profesor del IEB, Miguel Ángel Bernal, explica que esto es «una forma clara de reestructurar la deuda». Entiende que se trata de una forma de reducir los intereses, pero evitando poner sobre la mesa de negociación una quita sobre el nominal de la deuda. Lo que Varufakis pretende, como ya había reconocido en alguna entrevista, es condicionar el pago de la deuda a la evolución de la economía real.

El mercado parece que acoge el plan con buena voluntad. La Bolsa de Atenas ha cerrado la sesión de este martes con una subida del 11,27%. De este modo, el selectivo del parqué ateniense concluyó la sesión en 840,57 puntos básicos, un nivel similar al registrado al cierre del pasado 23 de enero, última sesión antes de las elecciones que llevaron a Syriza al poder. En lo que va de semana, la Bolsa de Atenas acumula un alza del 16,43%

El otro tipo de emisión serán los conocidos como bonos perpetuos, que pretenden canjearse por los títulos que ahora son propiedad del Banco Central Europeo y que alcanzan unos 27.000 millones de euros. Un bono perpetuo no tiene fecha de vencimiento. Esto quiere decir que se mantendrá en efecto hasta que el poseedor decida liquidarlo. Se trata de un tipo de bono caracterizado esencialmente por su estabilidad y bajo riesgo.

Además, Grecia se compromete a que estas reestructuraciones se harán sobre los bonos en manos de los socios y las instituciones europeas. No afectarían por tanto a los acreedores privados, que según informa Bloomberg poseen el 17% de la deuda griega. Aunque no llega a la quinta parte del total, dejar fuera de cualquier nueva reestructuración sería fundamental, pues ya han sufrido dos desde el inicio de los rescates a Grecia.

Varufakis sigue su gira esta semana, y mañana se reunirá con el presidente del BCE, Mario Draghi, al que presentará esta propuesta. De Fráncfort Varufakis pretende arrancar algún compromiso para alargar los plazos de devolución, ya que según Bloomberg Grecia debe ya este año tiene que empezar a pagar vencimientos al BCE de unos 6.500 millones de euros.

El gobierno griego se ha comprometido también a mantener un nivel de superávit primario, sin contar el pago de los intereses de la deuda, de hasta el 1,5% del PIB. Aunque es una cifra menor que la alcanzada en anteriores acuerdos, significa un compromiso para no hacer descarrilar el gasto. Varufakis pide tiempo: «Lo que voy a decir a nuestros socios es que estamos creando una combinación de superávit primario y una agenda de reformas. Diré, ayudadnos a reformar nuestro país y dadnos algo de espacio fiscal para hacerlo, si no vamos a seguir asfixiados y nos convertiremos en una Grecia deformada en vez de reformada».

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