Pedro Sardina - Virando por estribor

Hacia una década prodigiosa de la vela oceánica

«La regata estaba estancada. Knut Frostad quiso hacer de ella un negocio rentable para Volvo y lo que consiguió fue un negocio ruinoso para todos»

Pedro Sardina
Madrid Actualizado: Guardar
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La semana pasada Mark Turner, CEO de la Volvo Ocean Race, presentó lo que va a ser el próximo barco para participar en la regata de vuelta al mundo por equipos. Un 60 pies con «foils», muy parecidos a los nuevos IMOCA 60 que han hecho la Vendée Globe, es lo que ha decidido para hacer de la regata una opción mucho más vistosa y competitiva.

Tras presentar el barco, que como mínimo se va a utilizar durante los próximos diez años, Turner también presentó un proyecto, aun no definitivo, para hacer la regata mucho más vistosa y más cómplice con los aficionados.

«Turner quiere darle a la regata el tono de aventura que le falta, así como también hacerla competitiva y atractiva»
Pedro Sardina

La regata estaba estancada. Knut Frostad quiso hacer de ella un negocio rentable para Volvo y lo que consiguió fue un negocio ruinoso para todos, en el que ya no creía prácticamente nadie. Era una regata anclada en el siglo XX, con unos recorridos más de cruceristas que de aventureros. Precisamente fue este, el recorrido, lo primero que se cargó Turner nada más llegar. Basta ya de mentiras mediáticas con aquel invento de asaltos de piratas a los barcos y también basta ya de poner en peligro los intereses de la flota y de los equipos con esa insensatez de mandar a la regata atravesar el estrecho de Malaca.

Turner quiere darle a la regata el tono de aventura que le falta, así como también hacerla competitiva y atractiva. Prescinde de los VO60 para las regatas «inshore», que eran un bodrio insufrible, cambiándolos por unas regatas de catamaranes con «foils» a modo de su invento de las Extreme 40. Aunque todavía no se sabe qué catamaranes van a realizar estar regatas en puerto, lo que sí está claro es que van a ser todos iguales, rápidos y espectaculares. Además se va a intentar hacer salidas cada dos años para hacer rentables los proyectos.

Detrás del tema deportivo habrá otros proyectos, sobre todo el ecológico, que pretende hacer de nuestro planeta un sitio más sostenible al acabar con los plásticos que «navegan» por nuestros océanos.

El proyecto en sí tiene muy buena pinta, eso sí, después de muchos años a la deriva, la Volvo Ocean Race ha dado con el hombre perfecto para encargarle una cosa así y se ha dado cuenta de que los «amateurs compensados» como el tal Frostad no hacían nada más que hacer desaparecer la regata. Cuando termine esta edición que está apunto de comenzar, se iniciará una nueva década de la Volvo Ocean Race

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