BWR

Por fin una incógnita menos. Habrá Barcelona World Race en 2019. No saben ustedes, mis queridos lectores, como me alegro de esta noticia, ya que con todo lo que estaba, está y, desgraciadamente seguirá cayendo, la única regata oceánica española estaba pendiente de un hilo, ya que como saben ustedes la regata está organizada bajo los auspicios del Ayuntamiento de la Ciudad Condal, vía la Fundación para la Navegación Oceánica Barcelona.

En el periodo de tiempo que transcurre entre la llegada de la tercera y la salida de la cuarta edición, con la llegada de los nuevos inquilinos al Ayuntamiento, todos los que amamos este formato de vela nos temimos lo peor, pero las cosas se han hecho muy bien por parte del reducido equipo que ha dirigido el gallego Xosé-Carlos Fernández, que ha trabajado duro. Se han tragado muchos sapos, pero han seguido trabajando y al final han sabido hacer ver a la alcaldesa de Barcelona, a los patronos de la Fundación y a las empresas y deportistas, que un acontecimiento deportivo de esta índole tiene mucha importancia y es uno de los mayores y más rentables soportes que tiene la marca Barcelona.

Durante la presentación se dieron datos precisos de cómo está la organización. Se presentó al director de la regata Jacques Caraës y a su equipo que explico cómo está organizada la parada en Sídney. Se mostró que el evento va navegando con vientos portantes y encima con el apoyo incuestionable de la clase IMOCA, cuyo presidente Antoine Mermod, confirmo que la regata española, está incluida en el Campeonato del Mundo de la Clase con coeficiente 9, el segundo más alto tras el 10 de la Vendée Globe.

También se hizo referencia a la presencia en la regata, que tomara la salida el 12 de enero de 2019, a la preinscripción que en estos momentos tiene la Barcelona World Race con destacados navegantes internacionales con curriculum importantes como los casos de la británica Sam Davis y Tanguy de Lamotte, de Alan Roura, Alex Thompson, Vicent Riou, etc., y de otras nuevas incorporaciones a los IMOCA 60 pies, dado que se están produciendo un relevo generacional en esta clase como son los casos del suizo Alana Roura y del francés Arnaud Boissiéres.

Pero la perla de la presentación la puso Julia Casanueva, que una de dos, o en un lapsus mental incomprensible o con pleno desconocimiento de lo que son las regatas oceánicas destacó la importancia de este tipo de regatas y manifestó que en la reunión anual de la World Sailing, recientemente celebrada en México, el máximo organismo mundial de la vela, está estudiando la posibilidad de convertir esta modalidad de regatas en olímpica, y créanme que se quedo tan tranquila, como dice mi amigo «Lete»: «Coli, salimos de Guatemala y entramos en Guatepeor».

¡Feliz 2018 y buenos vientos a todos!