Rossi y Márquez, ni una mirada

Desde aquella carrera del Gran Premio de Valencia han pasado cinco meses. Mucho tiempo en el que las motos se han aparcado en los talleres y los pilotos han podido descansar, desconectar y cargar las pilas para la próxima temporada. Aunque con reminiscencias de la polémica, como las declaraciones últimas de Valentino Rossi, con la que se terminó el año 2015, Marc Márquez, Valentino Rossi, Jorge Lorenzo, Dani Pedrosa, Andrea Iannone y Maverick Viñales se presentaban en el Gran Premio de Qatar.

En la sala de espera solo unos metros los separaban, pero no siquiera hubo un cruce de miradas. Ya en la rueda de prensa, por protocolo, Jorge Lorenzo se interpuso entre ellos. No hubo más acercamientos.

A la hora de hablar, cordialidad y normalidad. Es 2016 y todos quieren volver a centrarse en la pista.

Sí les preguntaron por la rivalidad del curso pasado, pero todos han hecho un ejercicio de contención y de querer enterrar el pasado. Rossi sijo: «La rivalidad es algo extra para los deportes, sobre todo en motor. Nada particular va a suceder este año. Todo el mundo va a intentar dar lo máximo para llegar delante sin tener que añadir nada más». Márquez completó: «En MotoGP a veces intentas superar a tu rival. Yo tengo 20 rivales y los tengo que vencer a todos para ser campeón, que es mi objetivo».

¿Funcionó la rivalidad para vuestra popularidad? Rossi: «El año pasado cosas distintas que se salían de la normalidad. Desde mi punto de vista el final pudo ser diferente. Yo prefiero ganar antes que perder, pero las cosas sucedieron así. Son cosas del pasado. Espero tener otra gran lucha». Márquez: «Todo está más reñido y trataremos de luchar por el título». Y apostilló: «Usaré la experiencia del año pasado». Pedrosa añadió: «Fue un momento puntero en MotoGP, quizá no como hubiéramos soñado. Pero se vendieron más entradas en Valencia. Eso fue muy positivo para nosotros. Forma parte del espectáculo, pero creo que el número de aficionados a MotoGP ha aumentado y eso es fantástico para nosotros». Lorenzo terminó: «Sí gané más popularidad, pero fue por ganar el título. Fue bueno para mí y para el deporte»

Más igualdad

Han marcado la diferencia en los últimos años. Son los llamados «4 fantásticos» porque en casi todas las carreras, por moto y por pilotaje, copaban los puestos de arriba. Pero este año es diferente. Lo saben y lo padecen, sobre todo las Honda, que no han conseguido todavía la fórmula mágica que los hizo invencibles en 2013.

Las novedades, que pasan por los nuevos neumáticos, el depósito igualado a 22 litros, y también la unificación de la electrónica suponía un esfuerzo más para todos para adaptarse a las normas. ¿Está más abierto este año? Lorenzo aclaró que ya el año pasado fue más reñido y la misma electrónica hará que las carreras sean más apretadas. Rossi todavía no podía dar una visión clara de qué puede pasar: «Habrá que esperar para ver cómo está cada moto, pero si se miran los test puede ser un Mundial incluso más divertido el que del año pasado». Lo apoyó Pedrosa, que quiere esperar dos o tres carreras para ver qué motos pueden estar arriba. «Sí, será más difícil llegar directamente a la Q2 y habrá que dar lo mejor de nosotros mismos. El curso pasado podíamos no ser los más rápidos y estar el quinto o sexto. Este año no lo sé», añadió Márquez. «Todos los equipos están bastante cerca, pero para los pilotos añade dificultad: gestionar los neumáticos y saber hacerlo bien con este rendimiento será muy importante», completó Andrea Iannone. «En cualquier caso, será mucho más emocionante. Hay que ver el ritmo en una carrera. Es difícil saber si los neumáticos aguantarán toda la carrera», señaló Viñales.