Fútbol

El PSG rompe los límites del fútbol

El club galo intenta sortear las barreras del «fair play financiero» para fichar a Neymar. La operación, sumando primas e impuestos, se eleva a 600 millones

Nasser Al-Khelaifi, el jeque del PSG

E. V. ESCUDERO

Han pasado ya siete años desde que la UEFA pusiera en marcha su «fair play financiero» , pero nunca antes este control de gasto de los clubes ha estado tan de moda como este verano. El posible fichaje de Neymar por el PSG a cambio de 222 millones de euros ha provocado un terremoto en el mercado del fútbol europeo, que ha pasado de la incredulidad por el presunto traspaso al debate sobre su legalidad financiera.

Hace apenas dos décadas, el Real Madrid pagaba algo más de seis millones de euros por Pedja Mijatovic . Una cláusula de rescisión que entonces parecía inabarcable y que veinte años después se ve como una anécdota. Entonces, como ahora, hubo dudas acerca de hasta dónde podían llegar los clubes de fútbol. Una pregunta que podría resolverse con una rápida mirada hacia los ingresos y los gastos de los clubes. «A nadie se le ocurriría que una empresa, de manera sistemática, gastara más de lo que ingresa. Eso es algo que puede soportarse un año, pero no mucho más. Por eso la UEFA, en vista de la deuda creciente de los clubes de fútbol, puso en marcha en 2010 un control para exigir un punto de equilibrio en las cuentas y estableció lo que se conoce como "fair play económico" por el cual instaba a no gastar en fichajes más de lo que quedaba en caja tras haber restado los gastos de los ingresos ordinarios», explica a ABC Francisco Fernández, director de derecho deportivo de Crowe Horwath . Esta somera explicación sirve para entender de una manera sencilla el enrevesado mundo del control económico de los clubes que ha conseguido que la deuda que estos tenían en 2010 haya quedado prácticamente reducida a la nada en estos siete años.

Impacto durante años

Mientras en París se afanan por cerrar el acuerdo con Neymar, en el Barcelona y en La Liga se advierte de la posible ilegalidad de un fichaje que podría, según ellos, infringir el «fair play financiero». Un extremo que es imposible de determinar a priori sin conocer los futuros movimientos del mercado por parte del club parisino. La «Operación Neymar» costará al PSG alrededor de 600 millones de euros entre la cláusula, el salario y la prima de fichaje para el padre del jugador. Un montante económico que, en cualquier caso, no computaría en su totalidad en las cuentas de este curso. «El impacto potencial del fichaje de Neymar por el PSG tendría efectos en la economía del club durante muchos años. Es muy complicado juzgar este tipo de operación con antelación ya que no sabemos los planes del club francés. Lo único que deben demostrar es que no tienen pérdidas de más de 30 millones en un plazo de tres años», señala Andrea Traverso, responsable de la UEFA para el «fair play económico» .

Esa respuesta aclara que sí es posible que un equipo llegue a pagar esas cifras por un traspaso. Solo necesita encontrar fórmulas para equilibrar su presupuesto. Como señala Traverso, las opciones del PSG para evitar quebrar las normas de control financiero son muchas. En esencia, el conjunto francés debe elevar sus ingresos para evitar el desequilibrio y eso lo puede lograr con un contrato de patrocinio o con la venta de jugadores. Además, echando un ojo a las cuentas del club -el sexto más rico del mundo según un informe de Deloitte- y a lo que se ha gastado en los últimos años -con una media de 117 millones en fichajes desde que llegó el jeque-, ese equilibrio no estaría tan lejano. Bastaría con hacer una o dos operaciones de traspaso -no se descarta que algún jugador como Verratti pueda actuar de moneda de cambio -, ya que la llegada de Neymar aumentaría los ingresos comerciales del club por encima de los 400 millones de euros (100 más de los que tuvo el año pasado). Es la estimación que hacen los responsables del club, que manejan, no obstante, otras vías para llevar a cabo el fichaje del brasileño y sortear así el control económico de la UEFA.

Regates a la norma

La «trampa» más sencilla pasaría por que fuera el jugador el que desembolsara el dinero de su cláusula, que habría recibido de manos del «Fondo Soberano de Inversión de Qatar» -dueño del club- a través de un patrocinio como embajador del Mundial 2022. Eso haría que las cuentas del PSG solo se vieran afectadas por el futuro salario del futbolista (54,4 millones al año brutos) y la prima de fichaje de su padre. Un coste mucho más asumible a la hora de maquillar los resultados anuales. Parece que, de una u otra forma, Neymar vestirá la camiseta del PSG, lo que elevará de nuevo el techo de gasto del fútbol mundial. Otro terremoto económico como el que provocó el fichaje de Mijatovic y al que siguieron otros como el Ronaldo Nazario, Zinedine Zidane o Paul Pogba .

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