Messi, tras caer lesionado a finales de septiembre
Messi, tras caer lesionado a finales de septiembre - AFP
FÚTBOL

¿Por qué se producen tantas lesiones en el fútbol?

Es el talón de Aquiles de los grandes clubes y en bastantes ocasiones las numerosas bajas les ha costado títulos

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Arsenal, Bayern, Real Madrid, Chelsea, Barcelona, Borussia de Dortmund, PSG, Manchester City, Manchester United... prácticamente ninguno de los trasatlánticos de Europa se ha librado en las últimas temporadas de interminables plagas de lesiones que, en bastantes casos, han acabado costando títulos y cortando cabezas. Es uno de los mayúsculos peros del fútbol moderno. Cada campaña, un gran club de Champions juega alrededor de sesenta partidos entre La Liga y Copa de su país y la competición europea. Seis decenas de encuentros concentrados en nueve meses. Es una media de siete partidos al mes, uno cada cuatro días. Pero es que además, hay que unirle los compromisos de las selecciones nacionales, que en año de Mundial o Eurocopa se pueden ir hasta la veintena de partidos.

Es una sobre explotación del producto y de sus protagonistas que trae como consecuencia una riada de lesiones imparable.

«La industrialización del fútbol comenzó hace diez años y cada temporada va a más. Muchos partidos, demasiados compromisos publicitarios y poco tiempo para el descanso y una buena preparación física. Si te pasas diez meses compitiendo, un mes haciendo una gira por medio mundo en lugar de una pretemporada al uso en la que cargues las baterías, y el otro mes restante del año son para unas vacaciones en las que también te recorres el planeta con obligaciones de patrocinadores, al final hasta pocas lesiones se producen», comenta a ABC Alfonso del Corral, uno de los traumatólogos y galenos deportivos más reconocidos de este país, durante trece años (1994-2007) responsable de los servicios médicos del Real Madrid.

«Un cuerpo médico de élite te gana diez puntos por temporada y te asegura cuartos de Champions»
Doctor Del Corral

El doctor considera que el futbolista de élite vive hoy entre aviones y hoteles, y en muchas ocasiones tiene obligaciones extradeportivas que influyen en su rendimiento en el campo: «No hay rutina de entrenamiento y sí mucha prisa, sobre todo, cuando se está lesionado. Se exigen recuperaciones milagrosas en tiempo récord y eso es muy perjudicial. No se le da margen a la zona dañada para que sane del todo». Además, Del Corral ve otro grave problema en el fútbol moderno que también va a más temporada tras temporada: «La falta de confianza de los jugadores en su cuerpo médico es un tema muy delicado, así como el nivel de los mismos. Unos servicios médicos de élite te ganan diez puntos por temporada y te aseguran unos cuartos de Champions. Por eso los clubes top no solo deben tener a las estrellas de la medicina, sino también tener controlados y con acceso directo a los mejores especialistas del mundo. Quedar primero o quedar cuarto también es cosa de los doctores, fisios, masajistas y recuperadores de un club».

Picos de lesiones

Otro de los asuntos que se cuestiona el aficionado es el por qué de concentrarse las lesiones al principio y al final de las temporadas. El doctor Del Corral lo explica: «Los picos más altos para lesionarse son los meses de septiembre y octubre, por la elevada carga de partidos entre club y selección; y en abril y mayo, por el cansancio acumulado en minutos y viajes, y por el estrés emocional debido a la importancia de los partidos en los que se están decidiendo los títulos. También la vuelta de Navidad es traicionera, ya que el jugador tiende a relajarse y eso le perjudica cuando vuelve a la alta competición».

Soluciones a corto y medio plazo no se vislumbran, aunque Alfonso del Corral cree que con otro modelo de negocio, al estilo americano, ayudaría al futbolista y minimizaría las lesiones: «Los cuatro grandes deportes en EE.UU., NFL, NBA, MLB y NHL concentran las competiciones en seis-ocho meses y el resto del año lo utilizan para descansar y llevar a cabo una buena preparación. Sería adecuado acortar el periodo de competición y alargar el del trabajo de base, pero la idiosincrasia del fútbol europeo tiene al jugador diez meses en competición y eso evita que pueda trabajar correctamente su musculatura, resistencia, fuerza y volumen cardíaco, además de no dejar de acumular fatiga que le hace ser carne de cañón para las lesiones».

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