La primera mujer que pita en la Bundesliga

La expresión «mujeres de la Bundesliga» estaba hasta ahora reservada a las esposas y novias de los jugadores, sobre las que circulan clasificaciones de las más atractivas, las más simpáticas o las que mejor beben cerveza. Pero a partir del domingo, Bibilana Steinhaus romperá ese menino techo de cristal al convertirse en la primera mujer que arbitrará un partido en la primera liga alemana . «Alguien tenía que ser, me ha tocado a mí, podría haber sido otra, pero la verdad es que es un bonito reto», dice, restándole importancia, esta alemana de 38 años y natural de Bad Lauterberg, a la que el fútbol le viene de familia.

Hija de un árbitro y pareja de Howard Webb , que entre otros partidos dirigió la final del Mundial de Sudáfrica entre Holanda y España y el Bayern de Múnich contra el Inter por la final de la Champions 2010, tiene ya mucha mili en los torneos femeninos. En ese terreno ha arbitrado incluso una final de Mundial , una definición de los Juegos Olímpicos y una de la Liga de Campeones. Por su buen desempeño ha sido elegida seis veces «Árbitro del año» . Pero aun así debió esperar más de diez años en segunda división hasta ser ascendida a la Bundesliga, bastante más tiempo del que necesitaron los otros 23 árbitros de la primera división alemana.

«Durante los cinco primeros años, Bibiana se hizo su sitio entre los árbitros», justifica Lutz Michael Frohlich , uno de los jefes del arbitraje del fútbol alemán, «y durante los cinco siguientes ha mejorado mucho en el plano físico y se ha adaptado a las exigencias del alto nivel. Además, desarrolló grandes competencias en materia de dirección y de gestión del juego. Al final de la temporada 2015-2016 era la primera de la clasificación de árbitros de la segunda división y el año pasado seguía en el grupo más destacado».

Bibiana, que es comisaria de policía de profesión , se confiesa una apasionada del fútbol y del arbitraje. «Todos los aspectos del arbitraje me fascinan, incluidas las dificultades. Reconozco que la Bundesliga está a un nivel superior, todo va mucho más rápido, pero sé que estaré a la altura», confía. No esconde que a lo largo de su carrera ha debido convivir con el sexismo y los prejuicios, pero prefiere no detenerse mucho en eso: «nunca fue mi objetivo hacer avanzar la emancipación de las mujeres, sino arbitrar bien» . El episodio más ingrato que recuerda fue la grosera actuación de un desencajado Pep Guardiola en 2014, durante un Bayern- Borussia Mönchengladbach, reclamando tiempo de mala manera. Al final del partido, en el momento del protocolario saludo, Guardiola le retiró la mano.

También en 2015, después de sacarle una tarjeta roja a Kerem Demirbay, entonces jugador del Fortuna Düsseldorf, el jugador le hizo un gesto feo y refunfuñó: «las mujeres no tienen nada que buscar en el fútbol». Por esa conducta fue expulsado y sancionado con cinco partidos, tras lo cual pidió públicamente disculpas. En el caso de Guardiola, Bibiana sigue esperando. La mayoría de sus anécdotas, sin embargo, son más bien divertidas. Por ejemplo aquella ocasión en que Stefano Molinaro, del Stuttgart, se bajó los pantalones para acomodarse mejor la camiseta mientras esperaban para ingresar al campo. Cuando se dio cuenta de la presencia de una mujer, recuerda, «se puso rojo como un tomate y yo no pude contener la risa».