El mejor Di María amenaza al Madrid
El argentino mejora los números de Neymar, Cavani y Mbappé en 2018 y apunta a titular en el partido del martes
Con Neymar definitivamente más pendiente de su verano en Rusia que de la final que para su PSG es el partido del próximo martes ante el Real Madrid, ha sido Ángel Di María el que ha levantado la voz para llamar la atención de un vestuario desnortado sin su faro plenipotenciario. El ex del Manchester United venía coqueteando con la excelencia en su fútbol en este 2018, si bien a la sombra de los tres estiletes de portada del cuadro parisino su nivel nunca caló como realidad a ponderar.
El pasado miércoles, jugándose una plaza en las semifinales de la Copa ante el gran rival contemporáneo de los del Parque de los Príncipes en Francia, el Olympique de Marsella, el «Fideo» anotó dos goles con la pierna derecha y manejó el timón del PSG con la suya, la zurda, en una actuación que a buen seguro supuso una sacudida de esperanza para su técnico, Unai Emery .
Son ya 12 goles y 9 asistencias en apenas dos meses de año natural, más que cualquier otro jugador en la plantilla del equipo de la capital francesa, con Neymar a rebufo (12 dianas y 4 entregas). En lo que respecta al total de la temporada, mete la cabeza entre la pomposidad del tridente en lo que a capacidad para generar tantos se refiere: anota o permite hacerlo cada 68 minutos disputados, el segundo mejor promedio del grupo, sólo superado por Neymar (59') y con Cavani (77') y Mbappé (81) siguiéndole la estela. Y con todo, el mayor argumento que en estos momentos juega a favor no sólo de la titularidad de Di María para la vuelta de los octavos de final de la Champions League, sino de que sobre sus hombros recaiga buena parte de la cuota de protagonismo que disfrutaba el delantero formado en el Santos, reside en su aporte al juego.
Ante el Marsella partió de la banda izquierda, con Mbappé ocupando su sector habitual desde su llegada a París, la derecha. Si bien su simbiosis con Yuri aportó profundidad y dio muestras del filón físico que Emery podría tener en esa banda, no fue hasta que alternó las posiciones del francés y el argentino cuando pudieron verse los mejores minutos de los locales. Apostado en la diestra, Di María es una opción de pase más que fiable para sus centrocampistas y, más importante aún, goza de la posibilidad de acometer el giro hacia dentro. Una vez realizado con éxito, el abanico de posibilidades es amplísimo: desde hilar combinaciones interiores con Verratti , Rabiot o su lateral, Dani Alves , hasta juntar rivales en conducción para facilitar la recepción en carrera de Mbappé –la jugada más beneficiosa para el joven galo con Neymar, pero a pie natural–.
Dicho esto, no caben medianías a la hora de constatar que la baja del tótem del proyecto auspiciado por Nasser Al-Khelaïfi es un auténtico marrón para el PSG. El plan de juego que hasta la fecha había dispuesto Emery otorgada plenos poderes al brasileño en términos posicionales y organizativos, lo cual se traducía en que el equipo jugaba a lo que Neymar quería . Y entre que el «10» del Parque de los Príncipes es buenísimo y la exigencia diaria que soporta un plantel cargado de talento como el que le acompaña se queda algo corta, los partidos salían adelante, a menudo con festival mercadotécnico. Sin el de Mogi das Cruzes, no hay mecanismos a los que agarrarse.
Por todo ello Di María, uno de los tres futbolistas del PSG que saben lo que es ganar la Champions, no es una solución total pero si un recurso que lleva dos meses haciendo la diferencia para los suyos. Con él, Emery suma una pieza de valor diferencial en lo defensivo –plano en el que con el brasileño había una sombra–, una productividad que transita por guarismos estelares y un factor competitivo de primer nivel. Pierde a Neymar, pero contra eso poco se puede hacer.
