El Barcelona logra ante el Rayo un liderato perfecto

El Barcelona ha irrumpido en la cabeza de la Liga. El Madrid le abrió la puerta del liderato con su derrota en San Mamés y los azulgrana han entrado y la han cerrado de un portazo. Una goleada matinal ante el Rayo que les devuelve a lo más alto más de cuatro meses después. Un triunfo impulsado por Leo Messi, que con su "hat trick" iguala a Cristiano como "pichichi" liguero. La guinda a una mañana perfecta para el barcelonismo. [ Estadísticas del Barcelona-Rayo Vallecano]

Aguantó bien el Rayo en la primera mitad. Con una presión muy fuerte a la salida del balón del Barcelona, obligado a buscar pases largos una y otra vez. Había apostado Luis Enrique por Xavi e Iniesta de inicio para contrarrestar el planteamiento siempre ofensivo de Paco Jémez.

Pero poco aportaron ante la dinámica del partido. Con la defensa prácticamente en el centro del campo, el Rayo invitaba a buscar los espacios a su rival y a masticar poco las jugadas.

El primer tanto azulgrana llegó bien pronto. Un toque magistral de Xaxi dejó solo a Luis Suárez que remató sin paliativos a la red. Está el uruguayo en su mejor momento como azulgrana, viendo puerta con facilidad y empezando a entenderse con sus compañeros. Todo hacía presagiar un vermut tranquilo para el Camp Nou, pero tardaron en servírselo. Porque el trabajo del Rayo hasta el descanso fue encomiable, apoyado en un Cristian Álvarez convertido en el tercer central.

El inicio de la segunda mitad resultó letal para los de Paco Jémez, que presenció enojado desde la banda cómo su equipo se deshacía. Primero, Piqué anotaba el segundo aprovechando un rechace en un saque de córner. No se pone nervioso el central ante puerta. Y, poco después, llegaba la jugada que acabó de bajar el telón al choque. Tito agarró a Suárez en el área y vio la segunda amarilla. El penalti lo transformó Messi al segundo intento, después que Gil Manzano ordenase sorprendentemente repetir el lanzamiento. El argentino había fallado el primero, confirmando que los once metros empiezan a ser una pesadilla para él.

Con el liderato asegurado, empezó el show de Messi, consciente de que tenía una oportunidad única para alcanzar a Cristiano Ronaldo como "pichichi" liguero. Tan consciente era que tardó once minutos en completar su "hat trick". Su segundo gol fue de oportunista y, el tercero, de genio. Messi sonreía y miraba a la grada, desde donde su hijo Thiago asistía a un nuevo recital de su "papá". Jugar a las doce del mediodía pobló las gradas del Camp Nou de niños.

A pesar de la diferencia en el marcador, el partido acabó con un par de sobresaltos más. A Alves se le desconectó ese cable que no acaba de tener nunca bien atado y cometió un penalti, acompañado de expulsión. Bueno anotaba el gol del honor rayista, un premio de consolación para un equipo que dejó mucha mejor imagen de lo que indica el marcador. En el otro área, Messi conectó con Suárez, que culminó con el sexto y último tanto de su equipo. Es lo que se llama un liderato perfecto.