Cádiz CF

Cádiz CF-Sporting (Previa) Un duelo en casa para disfrutarlo

El Cádiz CF confía en enchufarse de nuevo en la lucha por el ascenso directo haciendo de su casa un fortín ante el Sporting

Alfonso Carbonell

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Servando se divierte mientras controla el balón con la cabeza durante un receso en un entrenamiento del equipo en El Rosal.

Bueno, pues ha llegado el momento. Vendrán más. O no. De hoy depende que los haya. Carranza. Seis de la tarde y un clima idóneo para la práctica del fútbol. ¿De qué fútbol? Qué más da. Juega el Cádiz CF, los de amarillo. Y juegan en Segunda por una plaza en Primera. Así que como si quieren jugar con espiocha, pico y pala. Al que no le guste, que no mire. Y mucho menos que pite. ¡Faltaría más! Son muchos años nadando en el barro para ponerse ‘ñiñiñí’ con lo que juega o deja de jugar un equipo que ha devuelto a la ciudad la alegría que ha perdido sus carnavales y su semana santa. Ya saben, aquellas tres ‘cés’ de una ciudad que se desvive por cada una de ellas mientras se ahoga y se condena.

Partidazo en la cumbre. Toca tarde de fútbol. Además, y después de las ‘jugarretas’ de Tebas y su Liga, vuelve el fútbol a Carranza en domingo por la tarde. Como dios ordena, manda y decreta.

Llegados a este momento, un año más después del pasado, el cuerpo pide más. Pero, en realidad, el corazón del cadismo realista ya está contento. Lo debe estar cuanto menos. Es lógico, normal y hasta sensato pensar que se tiene que intentar, que se tiene que luchar, que la historia dice que los ascensos vienen cuando menos se esperan... Claro que sí, pero no por ello hay que desprenderse de lo que se ha conseguido. Y lo que se ha conseguido es muy grande.

Abril, aguas mil y un sueño. Que se consigue, ‘chapó’. Que no, ‘chapó’ también. Porque el partido de esta tarde es para disfrutarlo desde por la mañanita. Eso es algo que el cadista de bien lo sabe a ciencia cierta. Su prensa, su cafelito con tostada, su conversación con el de al lado mientras se ojea la previa en el periódico de marras. Que llega el mediodía. Pues su tapita, sus amigos, su cervecita... Que se acerca el partido. Su copa y sus nervios. Pero sobre todo, lo que toca es ilusionarse y vivir el momento después de tanta miseria.

Por supuesto que los de amarillo tratarán, a su manera, de conseguir los tres puntos que los aúpe aún más al sueño en el que anda metido de nuevo. Pero la vida son momentos y los momentos en un club como el Cádiz CF, sin títulos pero con milagros, hay que saberlos aprovechar y disfrutar. Por eso mismo, más allá de lo que acontezca sobre el verde, el momento en el que se está es para reunirse con tu gente y saborearlo. Y que tenga lo que tenga que pasar porque lo que va a pasar, seguro, es bueno. Es lo que tiene venir del calvario. Que todo lo que se consigue sabe a oro. Qué sabrán de ello los que sólo piden títulos, copas y fichajes de relumbrón. Qué sabrán...

Por eso mismo, la muchachada de Cervera debe salir al campo como el niño que sale al recreo. Ni que decir que a darlo todo, pero con la conciencia bien tranquila y con la alegría por bandera. La alegría de disputarle un ascenso a todo un Sporting de Gijón y la fe en conseguirlo. La confianza ya han demostrado que la tienen. Es verdad que llevan cuatro jornadas despistados o más preocupados. Y eso pesa. Pesa una barbaridad. Cuatro partidos sin ganar y seis entre dudas. Qué mejor que despejarlas ante todo un Sporting.

Los de Cervera, además, tendrán el apoyo incondicional de una afición que se entregará a los suyos desde el calentamiento. Se habla mucho de la grada de Carranza. Que si estuvo fría ante el Almería, que si no está implicada en el sueño, que si esto, que si lo otro... Paparruchas... La grada de Carranza es magistral y solo ella sabe cuándo se tiene que poner a empujar con el equipo. Lo hizo y lo supo hacer ante el Huesca y está deseando volver a arrimar el hombro. Pero claro, para eso es capital que el equipo conecte, que los jugadores transmitan, en definitiva, que grada y equipo jueguen juntos. Y hoy, todo hace indicar que así será. A Carranza, a la grada de Carranza, lecciones, ninguna.

Cervera, como gran conocedor de la simbiosis entre grada y equipo, es conscienste de que hoy debe arriesgar un pelín más. Sabe que juega en casa y que en casa hay que apretar para que los de los de arriba aprieten junto a los suyos. Por eso mismo, se guarda un as en la manga para sorprender a un Sporting que espera algo más de un equipo, el Cádiz CF, que se identifica con el esperar a la contra. No. Esta tarde el Cádiz CF deberá salir mordiendo para que el estadio sea un volcán desde el primer minuto.

La baja de Álex le da la oportunidad a Cervera de darle a su equipo un aire más ‘jugón’ pero sin perder en ningún momento la intensidad que deberá exponer desde el primer minuto.

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