Cádiz CF-Sevilla Atlético: Colorín, colorado... esto no ha hecho más que empezar

Colorín, colorado... una nueva historia queda por contar. Esto no ha hecho más que empezar. El Cádiz CF echa el cierre futbolístico al histórico 2016, al año natural que devolvió su naturaleza a esta entidad. 366 días desde el triunfo en Jaén a este epílogo que los amarillos rubricarán ante el Sevilla Atlético, curiosamente compañero de viaje en el ascenso a la nueva galaxia. Un fin con sabor a principio de una era ilusionante y que ha de prorrogarse en los meses venideros.

Los amarillos afrontan la Navidad más dulce del último lustro. No se habla de si el magnánimo Cervera se comerá el turrón porque bien que lo hará en la Tacita (o donde quiera) y como el auténtico Rey Mago del cadismo.

El míster cogía a un equipo cuarto y lo tiene cuarto, pero con una categoría de diferente. Así que esta noche (20 horas) en Carranza, los pupilos del míster sólo tendrán que decidir entre dejar un pequeño amargor en el paladar de su hinchada o brillar en la excelencia con otra victoria que sería el digno epílogo.

El conjunto gaditano cabalga sobre las olas con una maestría inesperada, sorprendente hasta para los protagonistas. En su regreso a la plata aparece como el mejor equipo de los dos últimos meses, codo con codo con Getafe y batiéndose el cobre con Girona. Cinco triunfos y un empate en siete compromisos ilustran una racha sensacional que el Cádiz CF confía en estirar lo máximo hasta que se rompa.

Un Sevilla muy mermado

Los amarillos van lanzados y su adversario ha gripado en las dos últimas semanas, mermado por las numerosas bajas (hoy tendrá un mínimo de seis, con la duda de Diego). Un acicate más para buscar tres puntos que le permitirían mantener la cuarta posición y el lugar en ‘play off’ de ascenso. Aunque aquí se sigue hablando de permanencia... ¿hasta cuándo? Hasta que se superen los 50, los profesionales. Apuesten a que los aficionados lo harán mucho antes si se mantiene este dinámica.

Cerverá prevé cambios pese al gran triunfo de El Arcángel por la incapacidad de Eddy Silvestre. Reconfigura el mediocampo retrasando a Abdullah para darle salida de balón en la medular, con Garrido de escoba, y Rubén Cruz se insertará entre líneas con los dos puñales por banda y el ariete Ortuño para abrir la zaga sevillista.

En este Cádiz tan sorprendente pocos secretos habitan. La única incógnita radica en conocer el comportamiento del plantel con su líder en la grada y no en el banquillo. El técnico cumple el primero de sus cuatro partidos de sanción por un insulto que no pronunció (aunque sí alguno de sus compañeros) y Roberto Perera se estrena en estas lides como primer espada a falta de saber el auxilio de su jefe.

Peor lo tiene su homólogo Diego Martínez, a pie de campo pero con seis bajas seguras a las que se puede unir su tocayo González, convocado por Sampaoli para el primer equipo. Ausencias de nivel. El goleador Ivi permanece castigado, mientras que Carrascal, Carrillo, Carlos Fernández, Schev y Álex Muñoz se han hecho fuertes en la enfermería, de donde acabar de salir curro. No es de extrañar el receso de las últimas jornadas ante tanta contrariedad, si bien el filial apela a su condición de ello para ser capaz de sobreponerse buscando en la cantera un producto aún mejor.

El duelo de esta noche será especial para algunos jugadores. Hay quien puede tener su última oportunidad para demostrar que tiene un sitio en esta plantilla (Santamaría, Mantecón o el mismo Eddy) y quien puede vivir su última experiencia en Carranza como jugador del Cádiz CF antes de salir en el mercado de invierno.

Licencia para soñar

Un partido trampa, por la imprevisibilidad de un filial nada al uso, y perfectamente ganable, máxime en un Carranza al que los locales se aferran para soñar. Ya han recorrido más de la mitad del camino con tres puertos por disputar en la primera vuelta. Los triunfos son los que otorgan el derecho para pensar en el más allá y los amarillos alcanzarían su mejor cifra con tres consecutivos. Ya no hay finales, ni dramas ni partidos extremos. Este Cádiz CF se puede permitir el lujo de empatar y hasta de perder sin que nadie entre en un estado de nervios pero... ¿y si gana?