Pablo Laso
Pablo Laso - ÓSCAR DEL POZO

El modelo Laso gana futuro

El entrenador vitoriano renueva con el Real Madrid de baloncesto hasta 2018 tras un curso histórico

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«No se puede vivir con miedo a que te echen», confesaba Pablo Laso en una entrevista a ABC al inicio del pasado curso, cuando su futuro en el banquillo del Real Madrid de baloncesto estaba en entredicho después de unos meses de borrasca, con las dolorosas derrotas en la final de la Euroliga –segunda consecutiva– y en la Liga Endesa muy presentes.

Si Laso hubiera sido entrenador de fútbol, probablemente su destino se habría sellado. La confianza de los dirigentes de una sección emblemática en el club, pero que vive irremediablemente a la sombra del deporte rey, tuvo su recompensa, y los blancos entregaron una temporada superlativa, con triunfos en la Euroliga, la Liga Endesa, la Copa del Rey, la Supercopa y la Copa Intercontinental.

Este repóker en un año ha provocado que el Real Madrid anunciara ayer la renovación de Laso hasta el 30 de junio de 2018, dos años más de los que tenía firmados. Un espaldarazo a un modelo que ha devuelto la pasión al Palacio de Deportes, pero, sobre todo, que ha aumentado la cosecha de títulos. El aval de cualquier técnico.

Equipo comprometido

Este Real Madrid «reconocible», de movilidad trepidante, con una base de jugadores nacionales comprometidos con la causa («Hay muchos niños que sueñan con jugar en la NBA; mi sueño era jugar en el Real Madrid y quiero seguir cumpliéndolo», dijo Sergio Llull tras rechazar la oferta de Houston Rockets de 21 millones de dólares en tres temporadas), enlaza con el espíritu de aquel equipo histórico de la década de 1980, con Corbalán, Iturriaga, Romay, Fernando Martín y compañía.

Obra de Pablo Laso, de 48 años, que fue cocinero antes que fraile. Hizo la mayor parte de su carrera como jugador en el Baskonia y disputó dos temporadas en las filas del Real Madrid (1995-1997), ganando la Recopa de Europa. Como entrenador empezó su andadura en el AB Castellón en la temporada 2003-04. Tras su paso por Pamesa Valencia, Cantabria Baloncesto y Guipúzcoa Basket, fichó por el conjunto blanco en junio de 2011. Un banquillo eléctrico en el que ha sobrevivido a pesar de periodos de dudas. «La gente que me conoce de pequeño dice que siempre me ha visto con un balón en la mano. Tenía claro que quería seguir ligado a la canasta, pero no me hice entrenador por temor a alejarme de las canchas, lo hice por amor al baloncesto», asegura.

El exbase fue la apuesta personal de Alberto Herreros, director técnico de baloncesto del Real Madrid, para intentar devolver a la sección al lugar que le corresponde por su biografía. El estilo vistoso del vitoriano cuajó rápidamente, pero sin la paciencia –esa virtud difícil de encontrar en las grandes sociedades deportivas– no se hubiera llegado a esta estación. El propio Herreros salió en su defensa durante el verano de 2014, en el momento más delicado. «No hay debate, Pablo Laso es entrenador del Real Madrid y tiene contrato».

De hecho, esta temporada el equipo no ha arrancado con la solvencia prevista, incluso se complicó su futuro en el torneo continental antes de reaccionar y acabar logrando el pase al Top 16, donde tendrá que lidiar un grupo complicadísimo en el que están, entre otros, Barcelona, Olympiacos, CSKA de Moscú y Khimki. En la Liga Endesa lleva 11 victorias seguidas tras perder el primer partido ante el Valencia Basket.

Barça en el horizonte

Ahora, a cuatro días del primer clásico del año ante el Barcelona Lassa (domingo 27 de diciembre, a las 19.00 en el Barclaycard Center, La1), el club aprovecha para ratificar su confianza en Laso, cuyo contrato expiraba el próximo 30 de junio. Si culmina esta ampliación, habrá permanecido siete años en el conjunto madridista. Su modelo ha ganado futuro. «A mí me gustaría compararlo con los Spurs», comentó a ABC. «Pasé con ellos una temporada y una Liga de Verano y su idea de equipo es la que más me agrada. San Antonio ha sido muy reconocible en los últimos años, no tanto por sus títulos, sino por su trabajo de equipo. Me gusta que el Real Madrid tenga una identidad. Lo que pasa es que ahora lo han copiado otros, como por ejemplo los Warriors».

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