El poeta Juan Ramón Jiménez
El poeta Juan Ramón Jiménez - ABC

Juan Ramón Jiménez: 60 años del primer Nobel más triste de las letras andaluzas

El poeta de Moguer ganó en 1956 el más alto galardón a las letras con su esposa enfermísima. «El premio Nobel me apena profundamente», dijo el escritor

SEVILLA Actualizado: Guardar
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En 1956, la academia sueca otorgaba el primer Nobel de Literatura a un andaluz en la figura del poeta Juan Ramón Jiménez. El onubese, natural de Moguer, no estaba en su pueblo cuando se produjo la noticia. Ni siquiera en España. Se encontraba exiliado en Puerto Rico, a los pies de la cama de su mujer, Zenobia Camprubí, quien se encontraba mortalmente enferma. La buena nueva llegó en el peor momento y ni alegrarse pudo el escritor de su reconocimiento. El Nobel y la muerte de su esposa llegaron con tres días de diferencia.

«El poeta español Juan Ramón Jiménez ha recibido la noticia de este premio llorando silenciosamente al lado de su esposa, que está muy grave», contaba la crónica que publicó ABC de Sevilla hace 60 años.

«La concesión del premio Nobel a Jiménez se ha anunciado esta mañana en Estocolmo, pero ha causado poca alegría al escritor». El drama personal del literato veló la alegría del reconocimiento.

El poeta quiso tener unas palabras amables: «Mi agradecimiento a todos aquellos que han contribuido a que se me conceda este inmerecido galardón. Debido a la grave enfermedad de mi esposa, el premio Nobel me apena profundamente. En cuanto a mi, no tengo nada que decir».

Alegría en Huelva

Frente a la tristeza del poeta, en Huelva el premio sueco fue acogido con mucho más ánimo: «La concesión del premio Nobel a Juan Ramón Jiménez ha llenado de júbilo a la ciudad y especialmente a sus paisanos de Moguer», contaba A. Guerrero LLamas, el corresponsal de ABC en la zona. El alcalde moguereño, el señor Goristidi, remitió al poeta una carta felicitándole: «Moguer, tu blanca maravilla,, felicita al entrañable poeta y se felicita por concesión del premio Nobel, estremecido alegría, orgullo y cariño, extensivos a Zenobia, que es también muy nuestra».

Zenobia con Juan Ramón
Zenobia con Juan Ramón - ABC

Con el fallecimiento de Zenobia, la vida de Juan Ramón se fue apagando. «Juan Ramón se encerró en una habitación de su casa para vivir en la oscuridad con su dolor. Dejó de comer, descuidó su higiene personal, se aisló de todo el mundo. Desnutrido y en un estado verdaderamente lamentable, fue ingresado en el hospital psiquiátrico de Hato Tejas», cuentan desde la fundación que lleva su nombre. Finalmente, el primer Nobel andaluz murió en el mismo hospital que su esposa, en mayo de 1958, tras escribir una de las páginas más brillantes de las letras españolas.

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