Liam Gallaguer homenajea a Mánchester con los clásicos de Oasis

Dos cosas devolvieron el orgullo a Mánchester tras su duro declinar después de ser un puntal en la revolución industrial: el fútbol, con el United y el City, y el rock. La ciudad norteña sufrió enormemente en la segunda mitad del siglo pasado y entre 1961 y 1983 se calcula que perdió 150.000 empleos fabriles. Pero la música la volvió a poner en el mapa, pues de allí salieron los grupos británicos más brillantes desde la era Beatle: The Smiths, New Order, Stone Roses y Oasis.

Liam Gallagher, el que fuera cantante de Oasis, ilustre bocazas que en los noventa se esnifó media Colombia, según confesión propia, pero de buen corazón, rindió homenaje a su ciudad el martes a la noche. Fue un emocionante concierto benéfico para 1.500 espectadores en el Ritz. La recaudación irá para el fondo de ayuda a las víctimas y sus familias llamado We Love Manchester.

Resultó una gran velada de rock de catorce canciones, aunque algunos espectadores se fueron con una espinita: en contra de lo rumoreado no hubo aparición sorpresa de Noel, el hermano mayor y compositor de Oasis, con el que Liam vivió una historia a lo Caín y Abel, espoleada por las drogas, que acabó hace ocho años en la sonada ruptura del grupo. Hoy ni se hablan.

«Don’t look back in anger», una excelente canción de Oasis de 1996, cantada por el propio Noel, se ha convertido en el himno oficioso con que los vecinos de Mánchester han respondido desafiantes al dolor del atentado suicida islamista en el Arena. En las vigilias por las víctimas el público se ha lanzado varias veces de manera espontánea a cantar el tema a coro.

Noel celebró el pasado sábado su 50 cumpleaños con una fiesta con ilustres del rock y de la jet. No invitó a su hermano, pero sí compartió velada en su imponente mansión inglesa con Bono, Madonna y su antagonista de los días del Brit Pop, Damon Albarn, el cantante de la banda rival Blur, con el que ahora se lleva bien. También asistieron los actores Michael Fassebender y Alicia Vikander, y la diseñadora Stella McCartney. Noel se disfrazó de Pablo Escobar y un grupo de mariachis interpretó el tema de la serie «Narcos».

Liam, por supuesto, le dedicó un amable tuit: «Patata colorada cumple 50 y no ha invitado a nadie de su familia, ni siquiera a su propia madre. Dice mucho del hombre y de su par de asesores gilipollas».

Perdido en su mundo VIP, Noel Gallagher no se ha distinguido por su recuerdo a su ciudad y ha expresado una solidaridad muy escueta. Esta vez su hermano menor Liam, que pasa por ser el descerebrado del tándem, ha estado más en su sitio.

El concierto de Liam voló a lomos de los viejos éxitos de Oasis, de los que interpretó seis canciones, empezando por «Rock ‘n’ roll star» y acabando con una versión a capella de «Live forever». Arrancó su concierto saludando con un «I love you Manchester» y veintidós velas sobre el escenario recordaron a las víctimas. Fue el primer recital en solitario de su carrera. Siempre había descartado lanzarse por su cuenta, pero ha cambiado de opinión y en octubre publicará su primer disco bajo su nombre, «As you were».

En el concierto le acompañó el guitarrista de la primera formación de Oasis, Paul «Bonehead» Arthurs. Cuando bajó del escenario, el público siguió cantando. Por supuesto la canción elegida fue «Don’t look back in anger», una de las obras maestras del ausente Noel.

El próximo domingo se celebrará un enorme concierto benéfico en el estadio de criquet de Old Trafford, que será televisado en directo por la BBC. Ariana Grande volverá a la ciudad donde su concierto se vio ensangrentado por la violencia terrorista. Junto a ella estarán figuras como Coldplay, Kate Perry, Justin Bieber o Miley Cyrus.