El íntimo concierto de un Perales concienciado

Caía ya la tarde cuando el músico José Luis Perales (Cuenca, 1945), puntualísimo y vestido de camisa y pantalón negros, salió al escenario del WiZink Center de Madrid para ofrecer un concierto íntimo, sobrio en las luces y privilegiado por la buena forma de su voz. El público ayer congregado dedicó un caluroso aplauso al cantante, que entonó su primer tema, «Y me marché contigo», ante el entusiasmo de los asistentes. Empezó así una noche donde el artista, de 72 años, demostró seguir con inquietud los tiempos que corren.

«Estamos viviendo una etapa muy violenta, de mucha inquietud, soledad también», lamentó Perales tras entonar «Quisiera decir tu nombre», una de sus primeras canciones. «Hay prisas para conseguirlo todo. Pones la televisión y las noticias hablan de guerras, de niños, mujeres y ancianos muertos por la sinrazón», prosiguió. Por eso, explicó acto seguido, tituló «Calma», como si de una plegaria se tratase, a su último disco, publicado en 2016.

Lo cierto es que Perales siempre ha demostrado ser un hombre preocupado por las condiciones de vida de los más débiles. En el concierto de anoche, el cantante tuvo ocasión, entre tema y tema, de recordar su compromiso con Aldeas Infantiles SOS, una organización que ayuda a niños en riesgo de exclusión social en todo el mundo, y que conoció durante una gira en América. En un tono distendido, contó cómo descubrió que la mejor forma de apoyar esa causa solidaria era la música. Y acto seguido, probando ese cariño por los más pequeños, entonó una canción dedicada a su nieto Guillermo.

«Alguien dice por ahí: "Este Perales es un poco triste"», bromeó el músico en otro momento de su actuación. «Vaya, hombre. ¡La alegría de la huerta!», se escuchó a una mujer del público, sentada en una de las gradas. Lo cierto es que el músico, que en muchas de sus canciones reflexiona sobre el amor perdido, quiso explicar el origen de esas letras, más bien melancólicas, que considera inspiradas por el otoño y el ambiente en el que las crea: su casa, donde escribe acompañado por el fuego y el café. Con ese toque personal, el artista interpretó «El amor», canción que fue precedida por un aplaudido solo de saxofón. «Hoy en Madrid he encontrado gente maravillosa», dijo Perales anoche. Una impresión que quizá compartieron los asistentes a su concierto, donde derrochó una mezcla de optimismo, melancolía y conciencia.