Algunas curiosidades de Federico García Lorca

«Tu entusiasmo por las cosas»

Federico era un niño vivaz y creativo, enamorado de todo lo que supone conocer historias y escenificar. Escucha los romances y los cuentos de las criadas, pone en pie teatrillos y misas en Fuente Vaqueros. Siempre jugando con los pensamientos y las palabras, poniendo motes, convenciendo de pura gracia. Su padre llegará a decirle que se ponga serio porque «no se puede vivir solo del entusiasmo que le pone a las cosas».

Despedida y oscuros presagios

Mediados de julio de 1936. Federico quiere volver a casa y rechaza la posibilidad de exiliarse que le ofrecen México y Colombia. Viaja a Granada días antes de la sublevación militar que dará paso a la guerra civil. Antes de tomar el tren, pasa por el despacho de José Bergamín y le deja el manuscrito de uno de sus libros más arriesgados, sin duda el más influyente de toda su obra: «Poeta en Nueva York». Deja el libro bajo un folio con el membrete de la revista «Cruz y Raya», en el que escribe: «Querido Pepe: He estado a verte y creo que volveré mañana. Abrazos de F».

Pero no volvió. En el tren que le llevó a Granada se encuentra con Alfredo Corrochano, torero, hijo del crítico taurino de ABC, y además el diestro que había finiquitado al toro «Granadino», el que mató a Ignacio Sánchez Mejías el 11 de agosto de 1934. Los dos grandes amigos del protagonista del «Llanto...» se saludaron en aquel tren que iba cargado de oscuros presagios.

El 14 de julio llega Federico a Granada. Tras la sublevación, es detenido. Y el resto, su fusilamiento antes del amanecer del 18 de agosto.

Últimos sonetos de amor

Meses antes de ser asesinado, Federico García Lorca trabajaba en un libro de sonetos. Durante las décadas siguientes llegó a conocerse alguno de esos poemas sueltos, y quienes los habían oído de boca de su autor, recitados en el Madrid en el que ya se anunciaban las tensiones que acabarían con la Guerra Civil, no podían olvidar su belleza. Así lo escribió Pablo Neruda en 1968, quien guardaba un recuerdo muy vivo de la velada en la que Federico se los dio a conocer.

Desaparecidos desde entonces, fueron publicados por primera vez en ABC, el 17 de marzo de 1984. Y en aquella España otra vez democrática, su aparición y puesta a disposición del público supuso un verdadero seísmo porque daba pruebas, una vez más, de la calidad de un poeta cuya vida fue cercenada en plena madurez. ¿Qué habría llegado a escribir Federico si no hubiera sido asesinado?

Hijos de «Poeta en Nueva York»

La huella del poeta en Nueva York no se limita al tiempo de su estancia en la Columbia University. Por ejemplo, el cantantautor y también poeta Leonard Cohen ha mostrado siempre una admiración sin límite por Federico, gracias a la que llegó a versionar algunos de sus poemas. El más conocido, sin duda, es el «Pequeño vals vienés», de «Poeta en Nueva York». Tanta admiración acabó también en un homenaje personal, cuando Cohen llamó a su hija Lorca.

Teatro inédito de un premio Cervantes

Fernando del Paso, el novelista mexicano y reciente premio Cervantes, comentó hace unos días que, entre sus obras figura una pieza teatral que tiene a García Lorca como prtagonista. «He escrito también libros de poesía, libros para niños y dos obras de teatro -dijo-. Una de ellas, que he soñado que algún día se represente o se lleve a escena en este país: "La muerte se va a Granada", sobre el asesinato de Federico García Lorca».

Ojalá sea verdad que alguien retoma ese testigo y el público español puede disfrutar de esa pieza teatral.