«Selfie» de Laura Ramis para «Darán que Hablar»
«Selfie» de Laura Ramis para «Darán que Hablar» - L. R.
DARÁN QUE HABLAR

Laura Ramis: «Me gusta pensar a lo grande, esa es mi ambición»

Entre lo lúdico y la denuncia; el desecho, el consumismo y lo estético de colores y formas, el trabajo de Laura Ramis –orgánico, hipnótico, concienciado– representa a una generación y una manera de entender el arte. Ella «dará que hablar»

MADRID Actualizado: Guardar
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Nombre completo: Laura Ramis Moreno. Lugar y fecha de nacimiento: Palma de Mallorca, 1988. Residencia actual: Madrid. Estudios: Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca. Ocupación actual: Artista.

Qué le interesa. Me interesa la cultura visual en la que he crecido. Siento que pertenezco a una generación y que estoy condicionada a comunicarme con un lenguaje y con unos medios afines a mi tiempo. Trabajo principalmente con objetos domésticos, juguetes y productos de desecho que, aunque para mi poseen un valor emocional y estético, no dejan de mantener una relación ambigua con el consumismo y la cultura global. Trato de que el enfoque lúdico y sensual que le doy a mis creaciones pueda llamar la atención sobre la tragedia que hay detrás de nuestros hábitos de consumo desmedido.

De dónde viene. Mi trayectoria ha estado muy vinculada al ámbito de las ferias de arte. Mis primeras participaciones relevantes fueron «solo projects» con Adora Calvo en Arte Santander’13 y ArtMadrid’14. También he participado en ferias como Ikas-art, JustMad, Marte, o la última edición de Estampa con una proyecto individual de dibujo y escultura. En paralelo a esto, he realizado exposiciones colectivas en espacios institucionales de Castilla y León. También en Alicante, Mallorca o Madrid. Recientemente ha finalizado mi segunda exposición individual en la galería Rafael Pérez Hernando en la que he podido mostrar una continuación de mis últimas instalaciones sobre desarrollos cromáticos.

«Me considero una persona discreta, pero el anonimato es incompatible con la profesión»

Destacaría el proyecto «Kapytal», que se llevó al DA2 de Salamanca, en el que conté con la colaboración de diversos colectivos de la ciudad que participaron en el montaje y la exposición de una instalación con objetos.

Supo que se dedicaría al arte desde el mismo momento mismo en que… Mi madre me habló de estudiar Bellas Artes cuando yo cursaba secundaria. Suele contar que yo quería estudiar «diseña la moda», porque yo era una niña extravagante y la ropa me servía para expresar mis rarezas. Cuando inicié la carrera, y a lo largo de ella, nunca valoré otra posibilidad, pero tampoco era capaz de visualizarme siendo artista. En la facultad aprendí muchas cosas (¡mucha técnica!), pero prácticamente nada relacionado con la profesión. Al año siguiente de licenciarme, realicé mi primera exposición individual a raíz de una convocatoria de la universidad. Gracias a esa muestra pude tomar contacto con una galería y recibir una beca de la Fundación Vicente y García Corselas para el desarrollo de un proyecto de pintura. Esos primeros años fueron decisivos para saber que me dedicaría al arte.

¿Qué es lo más extraño que ha tenido que hacer en el mundo del arte para «sobrevivir»? Considero que existen prácticas en el mundo del arte que, a pesar de estar normalizadas en este contexto, a ojos de profesionales de otros sectores pueden resultar extrañas o abusivas. Me resulta incómodo dar detalles de cómo está establecido el sistema para los artistas. Por eso, y en resumidas cuentas, lo mas extraño que he hecho para «sobrevivir» en este mundo ha sido trabajar gratis.

Su yo virtual. Con el tiempo, he ido empatizando más con mi yo virtual. Me considero una persona discreta, pero el anonimato es incompatible con la profesión. Poco a poco he ido entendiendo esto y también que existe un público que quiere o tiene que saber de ti. Las redes sociales son la herramienta perfecta para estar al tanto de la actualidad, y en esta profesión, a veces tan solitaria, el «feedback» virtual es gratificante. Pueden encontrarme en Facebook, Instagram y en lauraramis.tumblr.com, mi archivo visual en el que vuelco, desde hace 5 años, todas las cosas que fotografío en mi día a día.

Otro «selfie» de Laura Ramis
Otro «selfie» de Laura Ramis- L. R.

Dónde está cuando no hace arte. A día de hoy, no realizo otras actividades artísticas al margen de mi práctica, aunque por mucho tiempo he estado vinculada a la danza, concretamente al flamenco. Teníamos un espectáculo flamenco variado con el que recorrimos pequeños teatros. Pero de esto hace ya mucho tiempo.

Le gustará si conoce a... Artistas que trabajan producción a gran escala con una cuidada puesta en escen,a como son las sugestivas esculturas e instalaciones de Joana Vasconcelos; la genial Pipilotti Rist, con sus espacios audiovisuales a todo color; Yayoi Kusama en todas sus facetas; la desconcertante propuesta plástica de Jessica Stockholder, el lenguaje expansivo de Katharina Grosse; y la majestuosidad de James Turrell y Olafur Eliasson.

«Trato de que el enfoque lúdico y sensual que le doy a mis creaciones pueda llamar la atención sobre la tragedia que hay detrás de nuestros hábitos de consumo desmedido»

Entre los artistas españoles de mi generación, me gusta lo que hacen Claudia Maté, Laura Salguero, Marta Bran, Eloy Arribas, Laura López Balza, Bea Sánchez, Eva Fàbregas o Blanca Gracia.

¿Qué se trae ahora mismo entre manos? Me encuentro en un momento de replanteamiento formal, pensando modos de construir con los objetos de manera más escultórica. Creo que estoy en una fase de depuración, aunque también busco la manufactura, el proceso de elaboración; por llamarlo de algún modo: la técnica. Mis instalaciones con plásticos tienen el peso de lo efímero, todo recae en el montaje. Y una vez finaliza la exposición, la pieza desaparece y cada objeto vuelve a almacenarse. Ahora estoy con ensamblajes, piezas de pared con plásticos, objetos almacenados…  

¿Cuál es su proyecto personal favorito hasta el momento? Del que desarrollé al terminar la carrera: «Kapytal», una ciudad en miniatura enteramente construida con recipientes y artículos de bazar, con guiños a la ciencia ficción y a las grandes metrópolis asiáticas. Idear y dar forma a esa pieza fue un reto importante, ya que en aquel momento yo provenía de un entorno académico muy tradicional. Quise hacer algo muy loco: escultura, instalación, electrónica, sonido y mucha plasticidad. Sin duda fue un éxito que me abrió las puertas de la galería y, tiempo después, las del museo.

«Las redes sociales son la herramienta perfecta para estar al tanto de la actualidad, y en esta profesión, a veces tan solitaria, el “feedback” virtual es gratificante»

También destacaría una de mis últimas piezas, la titulada «Colección», que se define como una colección de juguetes y figuritas infantiles que he ido recopilando de diferentes fuentes. Mi intención es continuar ampliando esta colección y ver hasta dónde llego para su próxima muestra.

¿Por qué tenemos que confiar ella? Por una cuestión matemática: yo soy una artista de archivo, una recolectora de objetos concretos. Pero una colección no se hace de la noche a la mañana. Me ha llevado años poder producir algunas de mis obras. Mi archivo va creciendo con el tiempo, y siempre agradezco a todas aquellas personas que tienen el detalle de colaborar con su aportación. Pienso que, con el tiempo, mis piezas serán mayores y mejores si lo son los recursos de los que dispongo. Me gusta pensar a lo grande, esa es mi ambición. Mi aportación: producir aunque sea una pizca de felicidad y empatía.

¿A quién cedería el testigo de esta entrevista? A Lucía Montero, Los Bravú y Eloy Arribas porque, al igual que yo, también son producto salmantino. La primera está residiendo en Londres trabajando con el audiovisual y la fotografía de archivo. A Los Bravú podemos encontrarlos desarrollando un proyecto de cómic en la Academia de España en Roma. Y Eloy Arribas, el más joven de todos, un gamberro con muchísimo carisma que da que hablar allá por donde pasa.

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