El trompetista Tom Harrell será una de las estrellas del Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz
El trompetista Tom Harrell será una de las estrellas del Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz
MÚSICA

Jazz en el País Vasco, calor y vanguardia

El arranque del Festival de Getxo supone el pistoletazo de salida para los más de dos meses de jazz que inundarán el País Vasco, con Vitoria y San Sebastián como otras etapas

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El verano no sería lo mismo sin los festivales de jazz y el jazz en España no sería lo mismo sin la magna trilogía de episodios que tienen lugar, puntuales como la canícula, en el País Vasco. En gran medida, Getxo, Vitoria y Donostia encarnan las modalidades de festival de jazz que luego se repetirán en el resto de la península. Por estricto orden de llegada, el Getxo Jazz, que cumple en el 2016 su cuadragésima edición, siempre ha sido el más puro y el más condensado de los tres: en apenas cinco días (1-5 de julio) concentra unos quince conciertos entre grupos locales más o menos conocidos y grandes estrellas.

A pesar de un cartel muy apetitoso, en el que figura el elegantísimo trío de Uri Caine, hay una personalidad que destaca por encima de las otras, tanto por su inabarcable música como por su idiosincrasia única.

Se trata del multi intrumentista, compositor, arreglador, orquestador Hermeto Pascoal, un albino nacido hace apenas ochenta años bajo el impío sol del nordeste brasileño, un sol que le obligó a construirse un mundo propio a la fresca sombra de la música.

Personaje quijotesco

Colaborador de Miles Davis, quien lo llamó «el músico más impresionante del mundo», Pascoal tiene una obra amplísima basada en un lenguaje propio y en una destilación alegre y sorprendente de los ritmos brasileños. Gracias tanto a su capacidad infinita de improvisación como a su mala disposición contra aquellos que intentan ponerle límites horarios a sus actuaciones, un concierto de Pascoal (como el del 3 de julio en este festival) puede convertirse en un pequeño milagro y en una gran celebración de lo mejor que tiene esta música.

También el Festival de Vitoria-Gasteiz llega este año a su cuadragésima edición. Si Getxo se enorgullece de ofrecer jazz puro, el Vitoria-Gasteiz vendría a ser como una ampliación del mismo concepto: si el jazz es, sin duda, el grueso de la programación, su perfil resulta un poco más amable y menos experimental que el de Getxo. Este año, los dos acontecimientos más importantes en términos de popularidad son sendos dúos: el de Pat Metheny con Ron Carter y el de Dave Holland con Kenny Barron, el 16 y 15 de julio respectivamente. Mucha historia en ambos casos, con el primero de ellos que intentará aprovechar los contrastes, mientras que el otro será un triunfo de la delicadeza, con el lirismo del pianista Kenny Barron encapsulado por la sutileza cerebral del contrabajista Holland.

Miles Davis calificó a Hermeto Pascoal como «el músico más impresionante del mundo»

Entre la amplia y versátil programación, hay una presencia muy especial: la del trompetista Tom Harrell, cuyo lirismo fluido y concentrado hace de él uno de los máximos representantes de su instrumento. El concierto (14 de julio), al frente de un cuarteto, lleva el apropiado título de «Aventuras de un personaje quijotesco». Hay algo del caballero de la triste figura en este gran trompetista.

El más veterano de los festivales, Jazzaldia Donostia San Sebastián, trae un cartel de lujo, con grandes figuras de un jazz tradicional y poco innovador y también con hallazgos menos rutilantes y más interesantes. Más allá del toque «friqui» que supondrá la aparición algo fantasmal de Gloria Gaynor (y que reafirma la vocación de este festival de estirar al máximo los límites de lo que puede llamarse jazz), podría decirse que este año los mejores conciertos son gratis. Y, como hay que escoger, porque algunos tienen lugar el mismo día y a la misma hora, la decisión es quizás más fácil.

Iconoclastas

Más que trompetista, Dave Douglas es uno de los músicos que más ha hecho para hacer avanzar el jazz. Su proyecto más reciente, High Risk, acompañado de expertos en máquinas y sintetizadores, aúna jazz con la electrónica de vanguardia con un resultado a la vez contagioso, excitante y cerebral.

El mismo día y hora que Douglas (21 de julio) pero en otro escenario y también gratis, el guitarrista noruego Terje Rypdal nos contará qué era la modernidad (y la vanguardia eléctrica) del jazz en los setenta y ochenta. Esa misma noche, otro innovador e iconoclasta, el guitarrista Marc Ribot, se pondrá al frente de su banda The Young Philadelphians para entregar su explosivo cóctel de «free jazz» y música disco.

Ver los comentarios