En vísperas de la gran semifinal del jueves contra Italia en el estadio Castelao de Fortaleza, la actualidad de la selección española en la Copa Confederaciones está mucho mas ligada a supuestos robos de dinero y fiestas con alcohol y mujeres que a saber si Soldado y Cesc pueden recuperarse a tiempo, Iker Casillas será el portero titular o Fernando Torres se adueñará del '9' después de su golazo a Nigeria. A lo largo de este martes solo se hablaba aún de la presunta juerga que algunos jugadores del combinado español se corrieron en «una noche de 'strip-poker', cervezas, capirinhas y mujeres», desmentida «rotundamente» por la Federación Española de Fútbol (FEF).
La «noche de furia», con «sexo, mentiras y cintas de vídeo», a la que se refería la portada de 'Globoesporte', la web de deportes del prestigioso diario brasileño 'O'Globo', ha provocado indignación en la expedición española y el temor a que se la intente enfrentar con la FIFA y con Brasil, el país organizador del Mundial de 2014. El organismo presidido por Ángel Vilar emitió un comunicado en el que niega las informaciones publicadas en Brasil, a la vez que «repudia» lo que considera «calumnias» que «dañan a los jugadores, sus familiares y amigos».
La FEF argumenta en su escrito que los hechos difundidos «atentan al buen nombre de la selección española de fútbol y a la honorabilidad y profesionalidad de sus futbolistas». También confirma que seis jugadores fueron objeto de un robo en el hotel de concentración, suceso «denunciado, oportunamente, a la policía brasileña». Matiza la Federación que esta «denuncia no supone ataque alguno contra el comité organizador, ni contra la FIFA, ni mucho menos contra un país como Brasil, que ha acogido al equipo nacional español con los brazos abiertos». «Tal circunstancia, podía haber ocurrido en cualquier lugar del mundo incluida España», explica.
«Indignación»
Esta situación, apunta, «no va a desestabilizar en modo alguno la actuación deportiva del equipo español», aunque «sí despierta la indignación de esta Federación por cuanto solo pretende hacer daño, gratuitamente, al buen nombre de los jugadores de la selección española que han demostrado durante muchos años su buen hacer, profesionalidad y ejemplaridad».
La queja de la FEF se produjo horas después de que Del Bosque afirmase en una entrevista que la Federación no había desmentido nada en ese momento para «no dar pábulo» a estas cosas. Y se reía el seleccionador español cuando en 'As' el preguntaban si él era el miembro del cuerpo técnico al que se refirió el medio brasileño. «Cuando fuimos a Argentina después del Mundial se dijo que yo estuve bailando encima de una mesa hasta altas horas de la noche y yo no he bailado en mi vida. Esto es lo mismo», zanjó.
Gerard Piqué, el único nombre que salió a la palestra en relación con el robo de dinero, negó la juerga en el hotel. «Todo es mentira», espetó antes de culpar al establecimiento. «Estar en un hotel y que te roben es una experiencia muy desagradable. Supongo que no querían salir a aceptarlo y salieron con esto», explicó el central catalán, que lamentó el momento en que se produce este incidente. «Además de desagradable es inoportuno porque nos jugamos el campeonato», dijo.
Sergio Ramos confía en que «la FIFA tome cartas en el asunto y desacredite a un personaje que quiere hacerse famoso con una mentira a costa de la selección española». «No se puede manchar la imagen de un equipo campeón, con un palmarés limpio, y tratar de desestabilizar a un grupo unido», espetó el central sevillano en conferencia de prensa.
Pese al comunicado de la Federación, en 'Globoesporte' aseguran que existen pruebas de lo ocurrido y que miembros del hotel se reunieron con Raúl Jiménez, miembro de seguridad de FEF, que regresó desde Río de Janeiro a Recife y al ver las imágenes pidió que se cerrase el caso. Mientras, la policía pernambucana mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos que se produjeron en el hotel Golden Tulip Recife Palace.
