Según la versión recogida por el diario ‘Globosporte’ tras consultar a funcionarios, miembros de seguridad del hotel, voluntarios de la FIFA y algunos policías, varios miembros de la selección española de fútbol celebraron una fiesta subida de tono en Recife que terminó con el supuesto robo de aproximadamente mil de euros.
Después de la victoria por 2 a 1 contra Uruguay, los futbolistas de la selección española gozaron de una fiesta amenizada por una banda de música en su hotel. Además de cervezas, caipirinhas y música, el festejo contó con la presencia de mujeres. Después de la reunión con comida, bebida y danzas, a la una de la madrugada la banda dejó de tocar.
No obstante, según recoge el diario 'Globosporte', «un grupo de cinco chicas entró en el área de las habitaciones de cinco atletas y un miembro del cuadro técnico». «En los cuartos, un grupo había comenzado una partida de 'strip-poker' (un juego de cartas en el que quien pierde se quita una prenda de ropa). El clima se había calentado entre los atletas y las chicas en las habitaciones», añade la información. «Sabemos lo que ocurrió, pero no podemos decir mucho más. Si hubo un robo, fue allí», aseguró uno de los voluntarios de la organización que se encontraban en el hotel.
«Cuando, a la mañana siguiente, se habían ido a las chicas, los miembros de la delegación echaron en falta unos mil euros», explicó el periódico brasileño. A pesar de la suma de dinero perdido, los jugadores acordaron que reclamar públicamente lo ocurrido no sería inteligente. Pero cuando un jugador contó su versión del robo -trascendió que afectó a seis jugadores, entre ellos Piqué- y llegaron a los medios las insinuaciones sobre los trabajadores del hotel, los responsables pidieron a los españoles que aclarasen lo sucedido porque las cámaras de seguridad mostraron que los futbolistas no habían contado la historia al completo.
La FIFA negó el supuesto delito y los jugadores evitaron dar más importancia al tema. La policía pernambucana prosigue sus investigaciones después de los testimonios de los testigos y las grabaciones de las camáras de seguridad para aclarar el rocambolesco robo.
