Fotograma de Gravity, en el que se representa el peor escenario posible: una reacción en cadena de destrucción de satélites y naves a causa de la basura espacial
Fotograma de Gravity, en el que se representa el peor escenario posible: una reacción en cadena de destrucción de satélites y naves a causa de la basura espacial - GRAVITY/WARNER BROS PICTURES

La NASA alerta de que ha aumentado la amenaza de la basura espacial

Ha informado de un importante aumento de los restos en los últimos meses, en gran parte a causa de la explosión de un satélite

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La cantidad de basura espacial que hay en la órbita terrestre sigue aumentando. Es la principal conclusión de un informe presentado por la Oficina del Programa de la NASA de Restos Orbitales y según el cual el número total de objetos catalogados ha pasado de los 16.925 a finales de 2015 a los 17.385 en el primer trimestre de este año.

En gran parte, el responsable de esta situación fue la explosión del satélite meteorológico estadounidense NOAA-16, un aparato de 1.475 kilogramos (tan pesado como un coche), que acabó hecho pedazos a finales de 2015 cuando su batería falló. Según se registró en el momento, este evento aumentó la cifra de restos en 136.

Entre estos restos se incluyen todos los fragmentos de naves espaciales, carcasas de cohetes, herramientas perdidas y demás piezas que miden más de diez centímetros de longitud.

Suponen un grave riesgo para las naves espaciales porque, al estar situados en la órbita terrestre, esos cuerpos viajan a velocidades que rondan los seis o diez kilómetros por segundo, veinte veces más rápido que la bala de un fusil, por lo que al colisionar con una nave podrían comportarse como auténticos proyectiles de alto poder destructivo.

Además de estos, la NASA estima que encima de nuestras cabezas hay medio millón de objetos de alrededor de un centímetro de longitud y decenas de millones de fragmentos más pequeños. Todos ellos se han ido acumulando ahí arriba con el transcurso de las misiones espaciales y la puesta en órbita de satélites.

Según la Agencia Espacial Europea (ESA), cualquier cosa mayor de un centímetro podría penetrar los escudos de los módulos de tripulación de la Estación Espacial Internacional (EEI). Para evitarlo, la EEI se ve obligada a cambiar su trayectoria al menos una vez al año para evitar colisiones con los mayores cuerpos.

De hecho, hace unas semanas la ESA publicó las imágenes de un impacto en un cristal blindado causado por una pequeña escapa de pintura o un fragmento de metal de apenas unos milímetros.

Para evitar la pérdida de naves y satélites, o una temida reacción en cadena de destrucción, llamada efecto Kessler, la NASA cuenta con el «U.S Space Surveillance Network» (SSN), un programa de observación, control y catalogación de la basura espacial, capaz también, en teoría, de predecir dónde y cuándo caerán esos objetos a la Tierra.

La mayoría de la basura espacial es antigua. 6.276 de los objetos proceden de la antigua Unión Soviética, 5.483 de Estados Unidos, y 3.791 de China.

Ver los comentarios