Los alumnos del Centro de Formación de Tropa formados en el patio de las instalaciones para acudir a las diferentes clases que se imparten en el recinto. :: C. C.
SAN FERNANDO

Con el cierre del CEFOT San Fernando perdería más de seis millones de euros

Agentes sociales y económicos de la ciudad coinciden en la necesidad de que el equipamiento de formación siga abierto

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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¿Cuál es la capacidad de generación económica que tiene el Centro de Formación de Tropa de Camposoto? o preguntado de otra manera más directa, ¿qué pierde San Fernando si se cierra esta instalación militar? Pues un impacto económico superior a los seis millones de euros. Eso es lo que está en juego para la ciudad ahora mismo. El Mando de Adiestramiento y Doctrina (MADOC) está cerrando en estos meses su reorganización, aquella que prevé que para 2015 solo quede un Centro de Formación de Tropa (CEFOT). Actualmente hay dos, uno en Camposoto y otro en Cáceres y en los tiempos que corren y para una ciudad como San Fernando, con un modelo de ciudad a medio construir, perder tal inversión sería un duro golpe.

Las cifras así lo reflejan. Hay que tener en cuenta que los alumnos que se forman en Camposoto por periodo de cuatro meses hacen su vida en la ciudad y por lo tanto gastan en ella. En el último año el número de aspirantes que han pasado por el centro han sido de 1.850 y cada uno cobra más de 350 euros, esto significa que su poder adquisitivo ha sido superior a los 2,6 millones de euros. Si a eso se le suma los sueldos de los cargos militares de la plantilla del centro y del personal que está allí, la cifra se aproxima los cuatro millones de euros. Son datos que se pueden comprobar en el BOE número 262, de 1 de noviembre de 2013, Real Decreto 843/2013, de 31 de octubre, que recoge el sueldo de los alumnos de Tropa de los centros docentes militares de formación, así como en diferentes páginas web del Estado.

Además hay que añadir el volumen de negocio directo. Por ejemplo la comida, que lleva el catering Perea Rojas, y cuyo beneficio supera los 2,2 millones de euros. La plaza por rancho está en torno a los nueve euros diarios que se debe multiplicar por cuatro meses a razón de los alumnos más plantilla.

Y por si fuera poco otro tipo de labores como es el caso de trabajos de mantenimiento, de exterminio de plagas (durante el verano han salido noticias de la inversión realizada al respecto) o de limpieza de unos terrenos que cuentan con más de 1,5 millones de metros cuadrados. En total más de seis millones de euros que se irían de la ciudad con el cierre de esta instalación.

Más complicado es sumar el beneficio indirecto, pero también lo hay y es más que evidente, motivo por el que los agentes sociales y económicos de la ciudad se sitúan en contra de este posible cierre. Es el caso de los hoteles. La última jura de bandera realizada en las instalaciones, el pasado 5 de septiembre, estaba compuesta por 720 alumnos que movilizaron a más de 5.000 personas en el recinto, según la propia información publicada por el CEFOT-2 en su página web dentro del Ejército de Tierra, entre familiares y amigos. Esto hizo que los niveles de ocupación de la ciudad fueran elevados para una temporada calificada ya como baja. En el caso del Salymar fue del 100%, al igual que en el hotel Roma, mientras que Bahía Sur fue del 87,60%. Unos números que mantuvieron durante varios días. A ellos hay que sumar los que pernoctaron en otros hoteles de localidades cercanas.

La puntilla

Aunque hay sectores que son mucho más claros a la hora de evaluar el impacto económico que significaría para ellos el cierre del CEFOT de Camposoto. Es el caso de los taxistas que exponen que para ellos sería «la puntilla». Así de contundente se muestra el presidente de los taxistas de San Fernando, Francisco Javier González, al asegurar que para los taxistas la llegada de los alumnos a estas instalaciones significa realizar entre unos 20 y 24 servicios diarios. Una cantidad que se multiplica de manera exponencial en días claves, como fines de semana o puentes.

«En estos casos se pueden ver más de una treintena de taxis esperando. Para nosotros es esencial que se mantenga abierto y que lleguen alumnos de manera constante. Perderlo sería un varapalo del que a lo mejor ni salimos».

El director del Centro Comercial de Bahía Sur, Ernesto Pardo, no es tan pesimista pero también reconoce que el volumen de negocio del centro comercial se vería perjudicado. «Parte de la oferta gastronómica que hemos renovado está pensada para el perfil de los alumnos que llegan a Camposoto. Gente joven con un poder adquisitivo ajustado, que busca ofertas y buen precio y que se sienten, coman y se vayan de forma rápida. Es evidente, porque así se ha podido ver, que los alumnos han reforzado esta apuesta».

El presidente de la Federación de Vecinos, Antonio Romero, también concluye que la pérdida de esta instalación sería perjudicial para la ciudad. «Creemos que no precisan tantos metros cuadrados, que algo se podría liberalizar para la ciudad, pero no que se vayan porque ahora mismo San Fernando debe de vivir de algo y perderlos sería un duro golpe. Más aún cuando vemos que la recuperación de terrenos como Fábrica de San Carlos o los polvorines de Fadrica acumulan años sin dar ningún tipo de beneficio a la ciudad. Sale mucho mejor contar con casi 2.000 alumnos al año que quedarse sin nada y terrenos baldíos».

Y si se para en otros datos significaría que la provincia que más alumnos aporta como es Cádiz, tendría que ver como se marchan a otros lados. En el último caso hubieran sido unos 200. Además, que un centenar de personas estaría de nuevo pendiente de perder su puesto de trabajo. Y eso que estas instalaciones salen más baratas (por hora de luz, clima, por compartir el equipamiento) que otras. En marzo de 2012 la decisión era la de cerrar el CEFOT de Cáceres, para mantener el de Camposoto. La movilización y presión social y política lo impidieron. Ahora Camposoto también se señala y se precisa de esa implicación social y política para evitar que la ciudad pierda más de seis millones de euros.