La Muralla de El Puerto que sucumbió al olvido

Es un rincón escondido en un enclave privilegiado de la Bahía de Cádiz, desconocido para muchos turistas. Un pequeño lugar histórico que no muchas personas conocen su historia. Está ubicado cerca de Puerto Sherry entre una serie de rocas marinas en la playa de La Muralla, que lleva ese nombre por El Fuerte de Santa Catalina que allí se situaba.

Una fortificación construida en el siglo XVIII que servía, gracias a sus piezas de artillería, para dar protección a esta parte de El Puerto de los ataques marítimos, que también incluía una torre que se construyó en el siglo XVI. Una edificación que fue declarada como Bien de Interés Cultural en 1949 y que el paso del tiempo ha convertido en ruinas.

En relación a esto muchos ciudadanos se han mostrado muy críticos con el descuidado estado que presenta el fuerte. También es comparado con el Castillo de Santa Catalina de Cádiz que, siendo muy similares en construcción, en forma y época, no ha permanecido igual en cuanto a la conservación y mantenimiento, lo que hubiera permitido que hoy los portuenses pudieran gozar de un espacio cultural o histórico muy bien conservado. Por el contrario sólo se mantiene una muralla que, con el paso de los años va degradándose y terminará desapareciendo por la erosión del agua salada y de los vientos.

El cine y la moda

Se trata de un lugar con encanto que también ha seducido a grandes marcas del mundo de la moda como Loewe, que la utilizó recientemente como escenario para preparar el nuevo catálogo de ropa, bolsos y zapatos. Durante varios días el conocido fotógrafo Jamie Hawkewsworth llevó a cabo las fotografías que han sido presentadas posteriormente en distintas revistas especializadas de moda. El cine también recogió la estampa de la muralla cuando hace unos meses acogió el rodaje de la tv movie 'El Rey', una producción de Videomedia para Telecinco sobre la vida de Juan Carlos I desde que viaja a Madrid para cursar sus estudios hasta la muerte de su padre, Don Juan de Borbón, en 1993. Tanto esta zona como el puerto deportivo colindante fueron utilizados para grabar diferentes tomas.

Estas murallas han visto durante el paso de los años cómo la playa que se encuentra a sus pies fue el punto de reunión para todos los portuenses en las tradicionales noches de San Juan y cómo las hogueras han iluminado sus piedras que aunque impasibles, año tras año continúan con su proceso de desgaste.