Un niño palestino herido, ayer junto a su tía y un amigo en un hospital de Khan Younis. :: I. A. M. / REUTERS
MUNDO

Obama se apiada de los palestinos pero no de Hamás

El presidente de EE UU pretende apoyar la reconstrucción pero deja a un lado el levantamiento del embargo comercial

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Barack Obama reconoció ayer que la falta de oportunidades y las penurias económicas que sufren los palestinos son caldo de cultivo para la violencia, pero sólo contempló el levantamiento del embargo «a largo plazo». De momento, las prioridades de EE UU son que Hamás no vuelva a lanzar misiles contra Israel, asegurarse de que los túneles han sido completamente destruidos y entonces reconstruir Gaza y recuperar la confianza entre las partes, «lentamente».

El mandatario, que habló del tema durante la conferencia de prensa con la que cerró la Cumbre de Africa, recordó que ha «apoyado consistentemente el derecho de Israel a defenderse y hacer lo que necesite para prevenir que los misiles aterricen en sus centros de población», pero dejó entrever la compasión que siente por las víctimas inocentes de Gaza, que suponen el 80% de los muertos y heridos. Según la ONU, 65.000 personas se han quedado sin casa, un millón y medio no tienen apenas agua ni electricidad y 400.000 niños experimentan síntomas de trauma psicológico como orinarse en la cama o tener pesadillas. «De los últimos tres conflictos de Gaza, este ha sido el más largo, mortal y destructivo», concluyó ayer June Kunugi, representante de Unicef para Palestina.

«No tengo ninguna simpatía por Hamás», dijo Obama tajante. «Tengo una gran simpatía por la gente común que sufre dentro de Gaza. Y la pregunta es cómo podemos encontrar una fórmula en la que Israel tenga más garantías de que Gaza no será la plataforma para lanzar más ataques, pero al mismo tiempo los palestinos ordinarios tengan alguna perspectiva de apertura en Gaza, para que no se sientan aislados e incapaces de buscar la prosperidad más básica».

De sus palabras se deduce que, tras bambalinas, EE UU está presionando a Israel para que, por su propio bien, flexibilice el embargo que asola Gaza, una vez que obtenga las garantías de seguridad que busca. «De largo plazo tiene que haber el reconocimiento de que Gaza no se puede mantener permanentemente aislada del mundo e incapaz de proporcionar algún tipo de oportunidades -trabajos, crecimiento económico- para la población que vive allí, particularmente con lo densa y lo joven que es».

Obama quiere que la gente de Gaza pueda empezar a reconstruir con «algún sentido de esperanza». Su estrategia parece pasar también por el empoderamiento de la Autoridad Palestina, para la que tuvo palabras de halago por «su cooperación con Israel y la comunidad internacional».

«Han demostrado ser responsables. Han reconocido a Israel. Están listos para llegar a una solución de los dos estados», dijo. «Creo que Abu Mazen es sincero en su deseo de paz, pero también ha resultado debilitado con este proceso». El mandatario estadounidense reconoció que, tras este mes de conflicto, la población de Cisjordania ha perdido «confianza o esperanza» en la capacidad de avanzar. «Tenemos que reconstruir eso también, porque son la delegación que está liderando a los negociadores palestinos», afirmó.