EL AMBIGÚ

TIEMPO DE RISAS EN EL CINE

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Es tiempo de risas o de vacaciones que son dos conceptos que aparecen unidos. Los distribuidores lo ven así y durante julio y agosto sacan de sus baúles muchos de los títulos más relajantes para que podamos esbozar sonrisas en unas salas adecuadas, con aire acondicionado que nos haga olvidar el calor que nos espera a la salida. A veces se te pueden helar las ideas porque en algunos cines se pasa frío de verdad y estás deseando echarte un jersey por encima pero son los menos, en general, se agradece .Incluso,si no hay temperaturas que rondan los cuarenta grados, los cines de verano son una alternativa para evitar las noches calurosas.

Uno de esos cines de verano se ha situado en el patio central del Palacio de Cibeles. Allí, me reí, una vez más ,con una vieja película, «El guateque», de Blake Edwards, con un impagable Peter Sellers. Fue la reafirmación de la risa y la primera vez para muchos jóvenes que no la habían visto. Es difícil pasarlo tan bien en una película y mantener en la memoria gags imborrables como los disparos que recibe Peter Sellers, como trompeta del regimiento de la película que está rodando y como, en vez de morir sigue levantándose y haciendo sonar el instrumento ante la desesperación del director y sus ayudantes ; o como lleva un reloj de pulsera en una secuencia de la película cuando aún no se había inventado; o cuando hace volar el fuerte; o el camarero borracho; o el elefante rosa.Una película que es un disparate tras otro pero que nos hace disfrutar y olvidar durante un par de horas los problemas y las preocupaciones que podamos tener.

Las vacaciones están hechas para eso y por eso y después de dramas y más dramas se asoman a las carteleras comedias como la argentina «Corazón de león» que, también tiene su lado amargo pero que nos hará esbozar más de una sonrisa o la francesa «Voy a ser mamá».

Los franceses no son solo depositarios de un cine intimista o de autor, han tenido grandes cómicos como Jacques Tati o Louis de Funes, y ahora, junto a filmes de gran intensidad dramática están haciendo comedias ingeniosas y sumamente divertidas. Este año me reí y mucho con «Guillaume y los chicos a la mesa» que no ha tenido el refrendo en taquilla que se merecía; lo he pasado muy bien con «Barbacoa entre amigos» que se estrena la semana que viene y lo mismo me ha ocurrido con una película que no tiene fecha de estreno y que en Francia se ha titulado algo así como ¿Qué te he hecho buen Dios? y que cuenta como las cuatro hijas de una familia tradicional francesa de provincias se casan con hijos de inmigrantes de distintas nacionalidades y creencias. Buenos guiones, ingeniosos diálogos y seguro que presupuestos bastante más exiguos que las predecibles comedias actuales de Hollywood. Y es que no sé cuál tiene gracia. Despedidas de solteros/as; embarazos deseados o no; borracheras; sexo de palabra; carreras, persecuciones; o diálogos escatológicos.Un principio y un final que conoces desde mucho antes de entrar en la sala.

Del cine español o de Ocho apellidos vascos que da lo mismo o lo mismo da, poco hay que hablar. Me entretuvo la película de Emilio Martínez Lázaro que ha batido records de taquilla en nuestro país y que en unos días sale en dvd; Carmina y amén con todas sus basteces, que son muchas , tiene ingenio y algunas secuencias excelentes; y «La gran familia española», «Cuatro bodas de más, «La vida inesperada» y «Dos francos, cuarenta pesetas», tienen sus momentos y algunas secuencias para sonreír. Una pena que hayan visto menguada la presencia de espectadores por el vendaval que ha supuesto "Ocho apellidos vascos" que ha arrasado con la taquilla y las posibles taquillas de otros títulos como los citados. Por eso digo que este año el cine español es como decir «Ocho apellidos vascos».