De grandules y holgazanes

A algunos que han trabajado una media de diez o doce horas diariamente durante cuarenta años, les duele mucho oír a los alemanes llamarnos, aunque sea en tono jocoso, gandules y holgazanes. Pero es que los ecos de la corrupción en España traspasan las fronteras con rapidez; y a los que más mella les hace es precisamente a los alemanes, porque son los que con diferencia más fondos han aportado para hacernos a la media europea. También a ellos les gustará vivir todavía mejor; pero su cultura, en este orden de cosas, es como es y así están Y tienen mucha razón: una justicia demasiado lenta y politizada; estrepitoso fracaso escolar; tercermundistas listas de espera; absentismo e improductividad en el resto del funcionariado; etc. Y Dios sabe que para nada es por falta de dotación de medios económicos, pues son similares a la media europea. Claro, la verdad es que una cosa trae consigo la otra: falta de formación, o deformación cultural en este sentido. Y no hay sector de los señalados que no haya salido a protestar a la calle cuando se les ha propuesto ensayar otros sistemas.