Cartel en la entrada de la ciudad que anuncia la actuación que se pretende hacer en el futuro polígono comercial de Janer. :: C. C.
SAN FERNANDO

Pasado claro y futuro incierto

El modelo de ciudad de San Fernando continúa sin definirse

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Un simple ejercicio desvela la situación industrial de la ciudad. Intentar enumerar las grandes factorías que se encuentran asentadas en San Fernando descubre que son pocas, muy pocas, las empresas que están en la ciudad y que son capaces de generar más de un millar de puestos de trabajo. Navantia, el complejo comercial de Bahía Sur y las instalaciones militares. El problema es que ninguna ocupa la importancia o trascendencia de antaño. El ejemplo más claro se encuentra en los equipamientos que dependen de Defensa. Con el paso de los años han ido disminuyendo, se han perdido unidades y aún se teme que se siga perdiendo, como el caso del CEFOT de Camposoto. Navantia parece haber cogido aire tras los últimos anuncios de carga de trabajo, pero lleva unos años en los que se puso hasta en duda su viabilidad. Bahía Sur está a punto de finalizar una profunda reforma (ante la imposibilidad de una ampliación) para ganar el terreno perdido por otros grandes complejos, que en lo últimos años han abierto en la provincia.

Si a todo lo anterior se le suma la decadencia de las salinas y esteros, La Isla se encuentra en un punto intermedio entre la industria perdida y la que no es capaz de generar. El ansiado cambio de modelo de ciudad comenzó con una política de expansión de viviendas, que se ha interrumpido bruscamente por la crisis, con varios terrenos de importancia a la espera de desarrollo (Polvorines de Fadricas y Fábrica de San Carlos). Pero faltó alternativas de ocio, equipamientos, hoteles y lo que se consiguió fue la denominación de ciudad dormitorio.

El turismo es otra asignatura pendiente. El 2010 debería de haber sido el punto de inflexión y se ha quedado en un punto y aparte. El patrimonio recuperado con el que dotar de fuerza a una oferta basada en la historia, no se ha completado y solo el castillo de Sancti Petri está abierto al público. El Carenero cerrado, la rehabilitación del Zuazo no llega, el castillo de San Romualdo espera acabar las últimas labores de su recuperación y se ha perdido el Centro de Interpretación del Parlamentarismo como ente autónomo.

Y todo con menos de 1.000 camas hoteleras y sin ningún atractivo desarrollado de cara a que los turistas decidan venir a San Fernando.