«Mi pareja lo entendió, pero parte de mi familia no lo comprendió»

«Como mujer es más difícil». Silvia Gómez explica que a la hora conciliar la vida familiar, la sociedad «aún» reclama que la mujer tiene que estar con la familia, «a mí me han reprochado que abandoné mis quehaceres domésticos por la política». Gómez detalla que la clave está en la pareja, «la otra persona que lo entiende y te da ánimos». También tengo parte de la familia que no lo ha entendido, «me han llegado a decir que no tuve más hijos porque lo sacrifiqué por la política, cuando es una decisión mía». El aspecto de la conciliación en el mundo de la política lo cataloga de «imposible». En relación a cómo hacerlo afirma que es necesaria la ayuda de la familia. Al igual que otros, coincide en recalcar que los hijos son los grandes sacrificados, «para los padres en general y para las madres en particular. Cuando ves que tu hijo te necesita y no puedes estar, eso hace que tengas mucho cargo de conciencia, pero después te dicen que se sienten muy orgullosos». Gómez confiesa que se llegó a plantear dejar la política cuando su hijo creía que ella trabajaba en la televisión porque sólo la veía por allí, «me dolió mucho, pero me ayudaron a levantarme».