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Ni la madre que la parió

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Es lo que decía Alfonso Guerra, el hermano del hermanísimo. El mismo que lanzó insidias y calumnias para intentar callar a la juez Alaya. El que puso por encima de los intereses del país el de su partido, siendo presidente de la Comisión Constitucional del Congreso y después de hacer una feroz crítica al Estatuto catalán votó a su favor. Podíamos seguir contando anécdotas del hermano del hermanísimo, ese que desprende rencor por cada poro de su cuerpo y que al final termina siendo un blandito con muy mala leche. Pero, centrémonos en la frase que titula el artículo. Sobre todo ahora que estamos en plena redacción de la reforma fiscal. Para recordar al Sr. Montoro que ésa no sólo debe venir por el lado de los ingresos fiscales, sino que por el de los gastos públicos debe ser más incisiva si cabe. Pero me temo que España seguirá siendo como es, un desastre en toda regla, a pesar del respeto y cariño que sin duda alguna le profeso.

Cuando dicen que la reforma de la Administración ha tocado fondo, pienso que es una broma. Lo peor de todo fue confirmado el otro día en la Encuesta de Población Activa, cuando la creación de empleo provenía fundamentalmente del sector público, con 11.000 efectivos. Por lo tanto aseguro que queda mucho por reformar en la Administración. Deberíamos copiar las cosas buenas que suceden en los países de nuestra órbita. Pondré un solo ejemplo. La inmensa mayoría de países europeos prósperos, hace años en algunos casos y de manera reciente en otros, han decidido racionalizar la Administración local. Francia reducirá a la mitad las provincias. Los daneses redujeron a 100, los 1400 municipios existentes en 2007. Alemania que nos duplica la población, tiene menos de la mitad de municipios que España. Los expertos han cifrado como racional el número de 600, los que debieran existir después de sistematizar y racionalizar la administración municipal española. Ese mismo estudio cifra pasar de cerca de 70.000 concejales a 5.000. No podemos seguir contando con ese aparataje público que dan cobertura en el ámbito municipal: ayuntamientos, mancomunidades, empresas públicas, fundaciones, todo tipo de organismos autónomos y diputaciones. Sencillamente es inoperante. Lo que justifica por sí solo que debe ser radicalmente modificado, tanto que no lo conozca ni la madre que la parió.

Un inciso, leo en la prensa lo que acontece en un municipio de la provincia, en las declaraciones de los concejales ante su Señoría y todo indica un problema de memoria colectiva. Es muy preocupante sí mentes poco claras y desmemoriadas son las que rigen nuestro designios en su ámbito de competencias. La solución, rabitos de pasas para todos ellos. Las de Rota son de uvas tintillas y son inigualables.