La Comandancia de Infantería se irá a su nueva sede en verano

Las obras del nuevo cuartel de la Comandancia General de la Infantería de Marina están prácticamente finalizadas. Los esfuerzos se centran ahora en terminar la conexión de las comunicaciones tras encontrar una serie de problemas que ya se han resuelto. Es por ello por lo que se espera que en julio comience el traslado desde la antigua Capitanía, actual sede, hasta su nueva ubicación, los terrenos del antiguo Cuartel de Instrucción de Marinería (CIM), en la población naval de San Carlos.

De esta manera, en agosto se estima concluirá este proceso para que en septiembre ya esté todo en funcionamiento. Así lo confirmó el propio Comandante General de la Infantería de Marina (COMGEIM), general de división Pablo M. Bermudo, que precisamente dejará en septiembre este cargo, dejando a su relevo todo listo para que pueda trabajar en las nuevas instalaciones del de San Carlos. Un edificio en el que Defensa se ha gastado más de seis millones de euros con el objetivo de albergar a una dotación compuesta por 150 militares y que llegaron a San Fernando en el año 2009. De hecho, paralizó los trabajos para habilitar este recinto como Museo Naval, una aspiración que suma más de una década y que ha estado en el aire por las reorganizaciones militares. Una duda que despejó el COMGEIM al asegurar que tras el traslado se retomará la adecuación del edificio para que a lo largo del año 2015 o 2016 se pueda llevar allí la colección del Museo Naval, actualmente en la Escuela de Suboficiales.

Un cuadro para exponer

Una colección que se podría completar con el cuadro que ayer recibió Pablo M. Bermudo de manos del consejero de Administraciones Públicas del Gobierno de Extremadura, Pedro Tomás Nevado-Batalla. Una obra de Ferrer-Dalmau donada por el Gobierno de la comunidad y que representa «la disciplina, el arrojo y la valentía» demostrados por el granadero Martín Álvarez durante «la heroica defensa» de la bandera del navío 'San Nicolás de Bari', en la Batalla del Cabo San Vicente contra el ejército inglés el 14 de febrero de 1797, cuando toda la dotación del buque había perecido o yacía malherida.

Pedro Tomás Nevado-Batalla resaltó la intención del Gobierno de Extremadura de recuperar las figuras históricas de la comunidad y darles el reconocimiento que se merecen, motivo por el que se ha decidido entregar este cuadro a la Infantería de Marina, a la que sirvió Martín Álvarez, nacido en Montemolín (Badajoz).

En la crónica del Comodoro Nelson, mando del navío 'Captain' que abordó en la batalla del Cabo de San Vicente al 'San Nicolás de Bari', se cuenta como un oficial inglés acudió para arriar la bandera española del barco y antes de llegar un soldado español, de centinela en aquel lugar, le da el alto y le clava su sable al no hacer caso. «El sable del centinela lo atraviesa con tal fuerza que queda clavado en la madera de un mamparo. Un nuevo oficial y soldados se acercan y el centinela no logrando desasir su sable de donde se hallaba pinchado, coge el fusil a modo de maza y con él da muerte a otro oficial y hiere a dos soldados». Da después un salto desde la toldilla para caer sobre el alcázar de popa donde lo acribillan a tiros los ingleses. Urge desembarazar los barcos de muertos y ruina y se comienza a dar sepultura a los muertos. Todos tienen el mismo trato, una bala atada a los pies, un responso del capellán y al mar. Nelson que ha presenciado la escena se aproxima al cadáver y ordena que se le envuelva en la bandera que había defendido con «tanto ardor», pero descubren que solo está malherido.

Tras curarle las heridas es conducido a Lagos, al sur de Portugal, desde donde viajó a Montemolín y, posteriormente, a Cádiz para continuar al servicio de la Infantería de Marina.