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La Fiscalía alemana contraataca a la NSA

Estudia querellarse contra el espionaje de EE UU, lo que acentuaría la tensión en torno a la próxima visita de Merkel a la Casa Blanca

BERLÍN. Actualizado: Guardar
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La Fiscalía federal alemana, responsable de la lucha antiterrorista y de combatir el espionaje enemigo, estudia la apertura de un sumario contra la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense por intervenir uno de los teléfonos móviles de la canciller, Angela Merkel. El semanario Der Spiegel reveló ayer que el nuevo ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas, comunicó la nueva a su colega y correligionario de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, la pasada semana. Mientras Maas es partidario de una respuesta adecuada a los excesos de los servicios secretos norteamericanos, Steinmeier se muestra temeroso por las consecuencias.

Un proceso contra la NSA por violar la legislación alemana en suelo germano podría conducir a una grave crisis en las relaciones de dos países tradicionalmente aliados y que se consideran estrechos amigos. «Temo que se nos viene algo gordo encima», dijo Maas a Steinmeier, según asegura la revista. La Fiscalía federal trabaja actualmente sobre dos posibles actuaciones. La primera por el espionaje masivo de las comunicaciones de ciudadanos alemanes por parte de la NSA y la segunda por el caso concreto de las escuchas al móvil de Merkel.

Un portavoz del más alto organismo público acusador -con sede en la ciudad de Karlsruhe, donde también se encuentran el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo germanos- dijo ayer que «aún no se ha tomado una decisión definitiva». De la posible e inminente apertura del proceso por espionaje contra la NSA informó al ministro de Justicia el fiscal federal Harald Range, encargado del caso. Desde el ministerio, un portavoz comentó que el fiscal está obligado a informar al ministro, pero recordó que «sus decisiones son absolutamente independientes».

El escándalo se inició el pasado octubre cuando los papeles del excolaborador de la NSA Edward Snowden, actualmente refugiado en Moscú, sacaron a la luz que el móvil de Merkel, puesto a su disposición por la Unión Cristianodemócrata que preside, era intervenido sistemáticamente por la agencia estadounidense. La canciller protestó entonces enérgicamente ante el presidente Barack Obama, quien prometió corregir esa actuación de sus servicios secretos y se mostró dispuesto a hacer concesiones. Los alemanes llevan, sin embargo, desde aquel momento esperando que éstas se produzcan.

Falta de consenso

El llamado acuerdo de 'No Espionaje' que plantearon entonces Washington y Berlín para evitar conflictos entre los dos países aliados no se concreta y en Alemania se teme que finalmente quede tan aguado que resulte insatisfactorio. Y del discurso de Obama del viernes para anunciar la reforma de la NSA no puede deducirse que vayan a cambiar mucho las cosas. No se va a suspender ni uno solo de sus programas de espionaje, aunque se prometen más controles de los mismos y, si bien el presidente estadounidense dijo que no se espiará ya sistemáticamente las comunicaciones de gobernantes amigos, también reconoció que sus agencias lo harán si existen motivos para pensar que hay peligro para la seguridad de Estados Unidos.

De las actuales tensiones entre Washington y Berlín da testimonio el hecho de que la anunciada visita de Merkel a la Casa Blanca, en respuesta a una invitación expresa de Obama, no termina de concretarse. Ambas capitales no han establecido todavía una fecha, aunque dan una importancia especial a esa cita que debe servir para mejorar unas relaciones actualmente dañadas. Una actuación de la Fiscalía federal complicaría aún más las cosas. Der Spiegel señala que, mientras el titular de Justicia simpatiza con la apertura de un sumario contra la NSA, Merkel y su responsable de Exteriores Steinmeier no han decidido cómo reaccionar si llega ese caso.