Sierra

Touroperadores se interesan por organizar viajes de rusos a Ubrique

El municipio serrano busca en el turismo una fuente de ingresos y empleo que sea complementaria a un sector de la piel en recuperación

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«Aunque tenemos que seguir cuidando el sector de la piel, también hay que seguir trabajando por diversificar nuestra oferta y aprovechar lo que nos pueden ofrecer otros sectores». Con esta idea de fondo, el alcalde de Ubrique, Manuel Toro (PP), destaca la importancia de la localidad de tratar de seguir consiguiendo un mayor aprovechamiento turístico, algo que «se viene haciendo desde hace años, como bien demuestra el crecimiento constante en el número de visitantes», resalta el regidor de la ciudad de la piel.

En esta línea, Toro subraya un encuentro reciente que se ha mantenido con una empresa ubicada en la Costa del Sol para hacer que «grupo de turistas rusos visiten nuestra localidad para conocer sus encantos». El alcalde destaca que este turismo de calidad y de alto poder adquisitivo «busca una fórmula diferente a la del sol y playa» y ahí es donde Ubrique pretende pescar. De momento no se ha cerrado nada definitivo pero el Consistorio espera que pronto se puedan recibir a los primeros grupos de visitantes e incluso ya se han llegado a ofrecer posibilidades de inversión en la zona a quienes se han interesado por la localidad como un destino turístico.

Toro reconoce que aunque todavía falta mucho por concretar, se está valorando incluso la posibilidad de que el helipuerto que el SAS construyó en la zona del Garciago, junto a la carretera de Cortes, pudiera ser uno de los puntos de entrada de algunos visitantes.

Otras citas

El regidor comenta que con la intención de diversificar la economía y de atraer a visitantes «no paramos de organizar actividades y citas de ocio para que siempre haya una excusa para venir a esta preciosa localidad». Al respecto destaca la importancia que para los comerciantes han tenido citas como la del pasado Puente de la Constitución, que «logró que el municipio se llenara, se viviera un gran ambiente en los bares y restaurantes y las tiendas, sobre todo las de piel, aprovecharan este gran flujo de visitantes».