CÁDIZ

Las dos caras de las fiestas

Comedores y colectivos de la Bahía endulzan la Navidad de los necesitados

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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En las fiestas navideñas, como en la casa de Gran Hermano, todo se magnifica. Las penas son más, las alegrías también, pero, sobre todo, lo que se hace más grande es la necesidad. Mientras unos llenan las mesas con todo tipo de lujos culinarios y gastan hasta lo que no tienen para regalar a sus seres queridos, otros sufren más que nunca por no poder dar ni siquiera un pequeño capricho a los suyos.

Afortunadamente, hay manos y corazones solidarios que, aún haciéndolo siempre, en estas fechas redoblan sus esfuerzos para aliviar en lo posible la situación de todas esas familias necesitadas. Los voluntarios de asociaciones y colectivos sociales que han preparado bolsas de alimentos especiales y han servido en sus instalaciones cenas o almuerzos navideños lo han hecho en muchos casos con sus propios recursos, pero casi siempre han contado con la colaboración de particulares y empresas que han querido aportar alimentos o dinero para hacer posible el tradicional milagro de la multiplicación de los pavos, los pestiños y los turrones.

En Cádiz capital los comedores sociales han variado sus menús habituales para ofrecer a sus usuarios algo que les haga sentir que la Navidad también llega para ellos. El de María Arteaga organizó el pasado día 24 una comida especial para celebrar la Nochebuena. Para ello los voluntarios habituales se afanaron en preparar para, en torno a 90 personas, un menú especial en el que introdujeron, especialmente a los postres, productos navideños. En este caso, como comentaban sus responsables, «ha sido posible gracias a la generosidad de muchas personas que se han acercado por aquí para donarnos alimentos». Ya ayer, día 25, se realizó el normal reparto de bocadillos, aunque con la novedad de que estos iban acompañados de unos pestiños.

En Virgen de Valvanuz también se han preparado unos menús especiales. En su caso, han contado con la colaboración, ya habitual en estas fiestas, de unos de los restaurantes más reconocidos de la ciudad, El Faro, que se ha encargado de preparar la cena de Nochebuena para los más de cien usuarios que se acercaron en la tarde noche del 24 al comedor de la calle Santiago. «Han sido algunos más de los que vienen a diario», explica la responsable de al entidad, Milagrosa Aragón. El motivo es tan sencillo como lógico: «La gente ya sabe de donde viene la comida en estos días y por eso vienen más de los habituales». Pero no sólo El Faro ha colaborado, porque un grupo de profesoras del Colegio Las Esclavas han donado un buen número de pavos para esta cena especial.

Aparte de eso, en Virgen de Valvanuz han estado durante toda una semana haciendo un reparto especial de alimentos en el que se ha entregado a las familias lotes de productos con los que poder celebrar la Navidad en casa. Han sido varios días en los que los voluntarios de la Fundación han trabajado a destajo. Explica Milagrosa Aragón que se ha atendido a cerca de 500 familias, un récord absoluto para este colectivo que reconoce que cada vez cuenta con menos recursos para poder atender a tantas personas en situación límite.

Personas sin hogar

Otro colectivo que ha endulzado las fiestas a los más necesitados es Cruz Roja Española. Lo ha hecho a través de dos vías. Por un lado ha facilitado al restaurante El Balandro un listado con un centenar de usuarios de distintos programas de atención a los necesitados que han podido disfrutar de un almuerzo previo a la Navidad en el propio establecimiento hostelero. Además, los voluntarios que habitualmente atienden a las personas sin hogar de la ciudad realizaron el mismo día 24 un reparto especial con productos como empanada, tortilla, saladitos, polvorones y otros artículos tradicionales.

En San Fernando, el comedor Pan Nuestro ha celebrado comidas especiales tanto el día 24 como el 25 de diciembre. Su portavoz, José Manuel Quiñones, explica que en estos dos días se ha atendido en el comedor a 40 personas sin hogar, para los que se ha elaborado un menú especial. Esto es posible gracias al esfuerzo totalmente altruista de «los voluntarios de siempre, que se multiplican para poder estar aquí y en sus casas». Aparte, Pan Nuestro ha entregado bolsas especiales de alimentos, entre los que se incluyen productos navideños, carne mechada o puchero, a 85 familias de la localidad.

En El Puerto, el comedor social Sol y Vida celebró por anticipado la Navidad con sus usuarios el pasado día 19. La entidad presidida por Carmen Lara tomó esta decisión para evitar problemas con algunos usuarios que en años anteriores acudían a la comida con «alguna copa de más», lo que ha llegado a provocar momentos de gran tensión.

Por último, en Chiclana sólo funciona un comedor social: Olla Solidaria, que comenzó a funcionar el pasado 18 de diciembre. En este caso se han hecho repartos especiales de alimentos de cara a las fiestas, pero aún no disponen de fondos para celebrar una comida en su sede en la que poder ofrecer a los usuarios el 'plus' que todos esperan en Navidad.