La escena del Nacimiento del Belén Viviente de Espera. | J. M. SÁNCHEZ
Sierra

A Belén, por la Sierra

Espera, Ubrique y Benamahoma festejan el Nacimiento de Cristo

ESPERA. Actualizado: Guardar
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Olor y sabor a Navidad por cada rincón de dos hermosos pueblos blancos. Espera y Ubrique se unieron ayer, en la distancia, para poner en escena su cita más relevante de estas fechas: sus respectivos belenes vivientes. Los vecinos y colectivos de ambos pueblos se volcaron, de nuevo, para realzar dos celebraciones que cada año siguen cosechando el mismo éxito. El camino de Belén de Judea volvió a empezar en la Sierra, un año más, a la orilla de un Castillo y a los pies de unas impresionantes montañas.

Desde poco antes de las sobremesa, Espera ya olía a roscos de vino, pestiños y buñuelos. Los villancicos se apoderaban de la Calle Santo Cristo y la ladera del Castillo de Fatetar se volvía a llenar de hebreos, pastorcillos, soldados romanos y demás figurantes que llenaban de sabor cada rincón de este hermoso Nacimiento. El trabajo que se viene realizando, con esmero, desde hace meses empezaba a dar sus frutos con la llegada de numerosos visitantes que volvieron a mostrar su entrega a una celebración que cada año congrega a más visitantes de los habitantes que tiene el pueblo, ya que suele alcanzar los 5.000 visitantes.

La escena de la búsqueda de Posada volvió a ser la primera que tomó vida y al llegar José y María al Belén todo comenzó a tomar vida. Esta recreación volvió a ser una muestra más del carácter generoso, desprendido y acogedor de los espereños, que agradecieron las visitas con dulces típicos de la época. Por momentos, el acceso a la falda del Castillo fue complicado, por la aglomeración de gente, pero poco a poco se fue controlando dicha afluencia y todo volvió a la normalidad.

Numerosos autobuses hicieron parada en este pueblo ya que, habitualmente, hay grupos de vecinos, asociaciones y colectivos de otras localidades de la provincia, e incluso de otras provincias cercanas, que se organizan para visitar este Belén Viviente, algo que también ocurre con el de Ubrique.

Ubrique

La ciudad de la piel comenzó a dar vida al Nacimiento de Cristo pasadas las 6 de la tarde, por lo que la noche fue cayendo pronto y dotando de un mayor encanto a los rincones que los vecinos prepararon con esmero. La Asociación de Vecinos del Casco Antiguo y la Plaza de las Verduras fue la que volvió a volcarse en la preparación de una celebración que, en su decimotercera edición, fue un rotundo éxito de nuevo. Ese mismo resultado tuvo el Belén Viviente de Benamahoma que, en su segunda edición, demostró que es un fiesta que ha llegado para quedarse en el calendario festivo de diciembre en la Sierra.

Prado del Rey tomará el testigo hoy de sus vecinos y a partir de las dos de la tarde representará su Belén Viviente en la Plaza de la Constitución, a partir de las dos de la tarde.