Imagen del nuevo líder talibán, Maulana Fazlulá. :: A. MAJEED / AFP
MUNDO

Un nuevo objetivo para los drones de Obama

La llegada al mando de Fazlulá augura una mayor brutalidad y complica cualquier proceso de diálogo con el Gobierno El religioso radical que ordenó matar a la adolescente Malala liderará a los talibanes paquistaníes

EL CAIRO. Actualizado: Guardar
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Una semana después de la muerte de su líder, Hakimulá Mehsud, por el ataque de un avión no tripulado de Estados Unidos, la 'shura' (junta) militar los talibanes de Pakistán (Tehrik e Taliban Pakistan, TTP) nombró al mulá Maulana Fazlulá nuevo jefe de la insurgencia en el país asiático. El clérigo, de 39 años, permanece refugiado desde 2010 en la provincia afgana de Kunar, a donde tuvo que huir después de la operación del Ejército en su natal valle de Swat. Según los servicios secretos paquistaníes, Fazlulá es el presunto responsable de ordenar el ataque contra su paisana Malala Yousafzai, la adolescente de 16 años que recientemente obtuvo el Premio Sajarov que otorga anualmente el Parlamento Europeo y que rinde homenaje a personas u organizaciones que han dedicado sus vidas o acciones a la defensa de los derechos humanos y de las libertades.

El 9 de octubre de 2012, un insurgente esperaba a Malala para matarla a la puerta de su escuela en Mingora, la ciudad más importante de Swat. La joven recibió dos disparos, pero salvó la vida y fue rápidamente evacuada a Reino Unido, donde reside ahora junto a su familia y ha sido sometida a varias operaciones.

Malala, bajo el seudónimo de Gul Makai, saltó a la fama en 2009 por escribir un diario sobre su día a día bajo la tiranía talibán. Sus relatos, publicados en el canal en urdu de la BBC, conmovieron al mundo y mostraron con crudeza momentos como el de la orden de cerrar las escuelas femeninas en el valle de Swat cuando el mulá Fazlulá, apodado como 'mulá Radio' por el uso que hacía de las ondas para lanzar sus soflamas, logró instaurar una especie de pequeño emirato en este valle a las puertas de Islamabad.

Primer a misión, venganza

El anuncio del nombramiento de Fazlulá lo trasladó el líder interino Asmatulá Shaheen en una rueda de prensa ofrecida en un lugar secreto de la zona tribal fronteriza con Afganistán. El portavoz informó también de que el número dos a partir de ahora será el jeque Khalid Haqqani. Estas decisiones dejan fuera de la cúpula de mando al clan Mehsud, encargado en los últimos años de la lucha contra Islamabad y las fuerzas de la OTAN en suelo afgano.

El nuevo líder, convertido ya en blanco de los aviones no tripulados de Barack Obama, habría situado entre sus primeros objetivos a altos representantes del Ejército y del partido conservador de Nawaz Sharif en su propósito de vengar el asesinato de Hakimulá Mehsud, aunque algunas fuentes sostienen que Fazlulá deberá afrontar antes el reto de controlar a los hombres de su antecesor, que componen la mayor parte de los efectivos del poder talibán.

Las autoridades de Pakistán lamentaron públicamente que la muerte de Hakimulá Mehsud se produjera cuando estaban a punto de comenzar las negociaciones con TTP para intentar alcanzar una tregua, extremo negado por la insurgencia. La llegada ahora de Fazlulá al mando, según expertos como el director del Centro para la Investigación de Estudios de Seguridad, Imtiaz Gul, complica aún más cualquier hipotético acuerdo. Basándose en el mandato del religioso en Swat, este autor de varios libros clave sobre la insurgencia augura en declaraciones a la agencia AFP «una actitud más brutal por parte de los talibanes». Un portavoz del grupo consultado por Reuters e identificado como Sahidulá Sahid confirmó la negativa a cualquier acercamiento asegurando que «el mulá Fazlulá está en contra de las negociaciones» con el Ejecutivo de Nawaz Sharif. «Todos los gobiernos se entregan a un doble juego con nosotros. En nombre del diálogo para la paz, nos engañan y asesinan a nuestro pueblo. Estamos seguros al cien por cien de que Pakistán apoya los ataques con drones de EE UU», subrayó el representante de los insurgentes.

La elección del nuevo líder fue saludada con disparos de celebración en Miranshah, la principal ciudad de la zona tribal de Waziristán del Norte. Diversas fuentes describen a Maulana Fazlulá, nacido en 1976, como alto y de constitución fuerte. El jefe de los talibanes paquistaníes gusta de aparecer en vídeos militantes en los que se exhibe armado con un fondo de soldados masacrados. Altamente respetado por sus antecesores al mando de los radicales y aún más despiadado, el religioso tuvo su primera experiencia de combate en 2001 contra las tropas estadounidenses en Afganistán. A su regreso a Pakistán pasó 17 meses en prisión. Después llegaron sus sermones incendiarios en una emisora de radio ilegal.