Daniel Leal y Nabil Chabaan posan con la 'app'. A la derecha, una secuencia de la serie. :: VIRGINIA CARRASCO
Sociedad

Ficción ibérica a partir de cinco pulgadas

«En web está todo trilladísimo; si se puede hacer algo nuevo, es en los 'smartphones'», cuentan los creadores de este formato 'El Gran Día de los Feos' es la primera serie española pensada para móviles

MADRID. Actualizado: Guardar
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Eso de que en toda cuadrilla sea imprescindible un amigo más bien feucho y que derroche simpatía es imposible. Al menos en el mundo gobernado por Mijail I 'El Agraciado', un tirano que a golpe de decretazo ha modelado en 25 años una sociedad perfecta en la que los feos han sido borrados del mapa. Una limpieza de imagen que corre de mano de la UCF, una unidad especializada en echar el guante a orcos, callos malayos y a todo aquel que descuide su aspecto. Será un grupo de decididos adefesios el que, harto de esta situación, decida unir sus fuerzas para tratar de dar un golpe de Estado que acabe con los cimientos de esta estética patria.

Ese es el argumento que vertebra el 'Gran Día de los feos', una comedia española de corte orwelliano y que exuda acidez en cada fotograma. Ficción ibérica empaquetada en episodios de diez minutos y pensada para saborearla a partir de pocas pulgadas, las que puede ocupar la pantalla de un 'smartphone' o una tableta. «Inicialmente este proyecto estaba pensado para un formato de 'webserie', pero nos dimos cuenta de que este mercado estaba muy saturado», comenta Nabil Chabaan, director de esta innovadora 'app serie', algo inédito en el panorama nacional. «En ese momento pensamos que la posibilidad que había de destacar era cambiando la distribución», añade el realizador , quien ve que las producciones audiovisuales para 'smartphones' no están del «todo explotadas».

«El formato no solo responde al cuándo quiere verlo el espectador, sino también al dónde quiere verlo», defiende este usuario, quien ve «un futuro prometedor» a esta receta, entre otras cosas, por la gran penetración de teléfonos inteligentes en nuestro país, así como el gran consumo de aplicaciones.

«Utilizamos el móvil para todo menos para llamar. Creo que se va a producir un cambio de hábito pero hay que darle tiempo», remacha.

Esta primera temporada -sus creadores dejan la puerta abierta a nuevas entregas- consta de ocho episodios de una duración tal que se pueden disfrutar camino al trabajo, en un trayecto corto de metro o en la cama esperando a que a uno le entre el sueño. Este aspecto ha condicionado desde el guión hasta el montaje, que se han visto salpicados de «saltos en el tiempo» y una acción mucho «más trepidante», muy diferente a la que se ve en televisión.

«Desde el punto de la realización hemos tenido que adaptarnos a la pantalla en el que se va a consumir. Hemos prescindido de planos generales y hemos ido a planos cortos para que el tiempo de lectura sea más asequible», cuenta. Como fórmula para rentabilizar esta apuesta han decidido habilitar un sistema de micropagos dentro de la 'app'. Los dos primeros capítulos están en abierto y a partir de la tercera entrega, el precio por capítulo asciende a 0,89 euros.

En lo que se refiere a la promoción internacional de la idea, el equipo estuvo presente en el Festival Internacional Campiflegrei de Nápoles, donde se llevaron el reconocimiento a la 'Mejor Fotografía' y también participaron en 'Power to Pixel' del Festival de Londres. Esta semana viajarán a Ginebra para participar en el Certamen Tous Ecrans de la ciudad suiza.

Desarrollo de la 'app'

«En la web todo esta trilladísimo. En los móviles, aunque existe gran variedad de aplicaciones, aún se pueden exportar algunos formatos con los que hacer algo nuevo», cuenta Daniel Leal, desarrollador de la aplicación, disponible desde el pasado 19 de septiembre tanto para terminales de Apple como para aquellos que funcionen con Android. La productora Tiempo de Rodar -que ha contado en esta ocasión con el mecenazgo de Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales- ha invertido cerca de tres años y un equipo de 150 personas, de las que solo este joven ingeniero de telecomunicaciones y una diseñadora gráfica se han hecho cargo del desarrollo de la plataforma.

«A la hora de desarrollarla, personalmente, el principal reto ha sido mi desconocimiento, ya que tuve que formarme para crear una aplicación móvil», explica Leal, a quien este debut en la programación móvil le ha valido para empezar a trabajar para el fabricante BQ. «El hecho de tener que proteger el contenido que se va a distribuir, sin hacerlo de una manera muy restrictiva y sin que sea difícil para el usuario ha sido una de las principales barreras», dice sobre uno de los problemas que ha encontrado en este trabajo.