Sierra

Denuncian que un oficial del cuartel de Arcos se quedaba con dinero de las expendedoras

La Asociación Unificada de la Guardia Civil critica que hayan retirado las máquinas ante su denuncia y anuncia que llevarán el asunto ante la Fiscalía

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Que se trata de un cuartel con muchos problemas estructurales no sorprende ya a nadie, pero que en él ni siquiera se pueda beber un vaso de agua o un café resulta cuanto menos curioso. Miembros de la Asociación Unificada de la Guardia Civil en el Acuartelamiento de Arcos han criticado la decisión del teniente responsable del mismo de retirar las máquinas expendedoras que prestaban servicio en el mismo, como fin de una rocambolesca situación que han pasado a denunciar públicamente.

Desde este colectivo destacan que hasta hace una semana, en el interior del Cuartel de Arcos se encontraban instaladas dos máquinas expendedoras de bebidas frías y calientes que «daban servicio tanto a los agentes que trabajan allí durante las veinticuatro horas, como al ciudadano que tiene que realizar alguna de las gestiones habituales en estos edificios públicos, como presentar denuncia por hechos delictivos, trámites administrativos o consultas varias». Las mismas han estado aquí hasta el pasado día 4 cuando «como medida represora, el jefe de este Acuartelamiento, por propia iniciativa, ordenó a la empresa que las mantenía, que procediera a su retirada».

Para la AUGC el motivo de esta acción contra subordinados está muy claro. En concreto, denuncian que «el propietario de las máquinas entregaba al más puro estilo Bárcenas, unos sobres conteniendo el 10% de la recaudación directamente al jefe del puesto». Además, aseguran que la situación se había constatado desde hace más de diez años y destacan que «por supuesto, ni existía contrato que amparase esta situación, ni contabilidad A o B que regulara estos cobros», por lo que «tampoco se había tenido conocimiento del destino dado a ese dinero, ya que durante todo ese tiempo, sólo el funcionario que ha ostentando el cargo de Comandante de Puesto lo administraba a su antojo».

Desde el colectivo denunciante aseguran que, a través de sus asociados en Arcos, se propusieron aclarar esta situación y exigieron información sobre la situación del servicio prestado por la empresa, así como del dinero que se había ingresado y el destino del mismo durante todos estos años, para que en su caso, se procediera a su regularización. Bajo el criterio de la AUGC, «esta injerencia en sus asuntos, intolerable para el actual teniente jefe de la Unidad, es la que ha provocado por tanto, la drástica medida de eliminar las máquinas expendedoras, como si este hecho hicieran olvidar los años de irregularidades cometidas».

Este medio se puso en contacto con un portavoz oficial de la Comandancia de Cádiz que destacó que se está estudiando la denuncia pública de la AUGC.

Queja y Fiscalía

Los representantes de los trabajadores de la Guardia Civil destacan que en la actualidad, en el Cuartel de Arcos «no existe la posibilidad de beber ni un simple vaso de agua que no sea extrayéndola de un sucio lavabo o de una goma de riego que se encuentra en sus jardines». Además, aseguran al respecto que esta situación provocó ayer que un ciudadano anónimo presentara una queja oficial «por el simple hecho de sentir sed, mientras esperaba su turno de atención y no encontrar medios para satisfacer su necesidad en un edificio público dependiente del Estado» que debería de prestarle este servicio mínimo de atención.